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Las Plumas

Detalles de algunas administraciones municipales de Cajeme

En algún momento de la historia de la región, Bácum y Cócorit tenían la categoría de municipio; el primero la recuperó y el segundo es comisaría


Al constituirse el Pueblo de Cajeme como municipio, Cócorit siguió teniendo la categoría de Municipio, aunque solo en papel porque todo pertenecía ya al Ayuntamiento de Cajeme Río Yaqui, hasta que en definitiva fue suprimido el 26 de diciembre de 1930.

Cócorit y Bácum serían agregados como comisarías al municipio de Cajeme y Bácum recuperaría poco después la categoría de municipio, durante la administración de Flavio Bórquez.

Durante este periodo transcurrieron en Cajeme los gobiernos de Ignacio Ruiz Armenta, Joaquín Ybarra, Ignacio Mondaca y Gustavo Dolores Cueva; en este lapso se registrarían quizá los momentos más aciagos, que se vivieron en Cajeme por motivo de la rebelión Escobarista.

De alguna manera, el hecho de que Cócorit siguiera fungiendo como municipio ayudaba al recientemente creado Municipio de Cajeme Río Yaqui, como lo data lo expuesto en la segunda sesión de Cabildo cuando se expone: Dígase al señor Asunción Pesqueira, Notario Público número once, con residencia en este lugar, que mientras el Plan de Propios y Arbitrios, (presupuesto) de este Ayuntamiento es aprobado en el H. Congreso del Estado, hace suyo en todas sus partes, para los efectos de los pagos correspondientes el que actualmente rige en la municipalidad de Cócorit.

Cajeme en su primer año como municipio viviría grandes cambios en su entorno político y con esto también en su entorno social y económico:

Pasaría de ser Comisaría de Cócorit a Municipio, luego de ser llamado Pueblo de Cajeme, alcanzaría el rango de ciudad, a la vez que se proponía al Congreso del Estado que ya alcanzada la categoría de Ciudad, se le llamara Ciudad Obregón, en honor al General Álvaro Obregón.

La propuesta del cambio de nombre al de Ciudad Obregón, fue hecha en vida del General, sin embargo, fue autorizada ya cuando había sido asesinado.

Cajeme, en sus primeros cinco años como municipio vivió una fuerte inestabilidad política, llegaría a tener un poco de estabilidad con la llegada a la alcaldía de Manuel M. Escamilla, contando para ello con el respaldo total del hombre fuerte en Sonora, en ese tiempo Rodolfo Elías Calles.

Manuel Escamilla, para llegar a la alcaldía tuvo como adversario político a Faustino Félix Gastélum.

En el gobierno de Manuel Escamilla se dieron varios sucesos de trascendencia histórica: fue el primer alcalde en llegar a esta posición por vía de la elección. También fue la primera administración por periodo de dos años, anteriormente el periodo era de un año. Por primera vez también la policía municipal, para vigilar y salvaguardar la ciudad hizo uso de una unidad de tracción mecánica, ya que antes sus elementos lo hacían a pie o a caballo.

Manuel Escamilla arboló varios sectores de la ciudad, principalmente en lo que ahora es la calle Rodolfo Elías Calles, desde la calle Sinaloa hasta la Michoacán.

Amplió el alumbrado público consistente en la instalación de arbotantes; los primeros arbotantes se habían instalado en la administración de Ignacio Mondaca, además el servicio de alumbrado público se extendió hasta horas de la madrugada; realizó mejoras a la cárcel pública y creó uno de los primeros dispensarios médicos en la ciudad

En la alcaldía de Cajeme a Manuel M. Escamilla le antecedió Manuel López Rivera, quien cubrió un interinato de un año.

En la administración de Manuel López Rivera, también se dieron varios cambios en bien de la comunidad: Un grupo de agricultores pioneros del Valle del Yaqui, entre los que se encontraba Manuel Escamilla dieron vida a lo que se llamó Banco Agrícola Sonorense S.A., en cuya inauguración estuvo presente el General Plutarco Elías Calles. Esta Institución de crédito dio fuerte impulso a la agricultura dado que sirvió para habilitar y refaccionar a un gran número de agricultores de la región

Anterior a su mandato, la policía con que contaba el municipio, vestían todos de civil, fue hasta esa administración cuando por primera vez a la policía se le uniformó y esto consistió en llevar camisa y pantalón color kaki, además de sombrero; se les exigía limpieza total, consistente en baño diario y sin usar barba, esto se llevaba a cabo con supervisión diaria.

Se dice que el alcalde López Rivera tenía obsesión por la limpieza; por esos días, la ciudad contaba solo con un camión recolector de basura y cuando el chofer de esa unidad por alguna razón no se presentaba a trabajar, él, siendo alcalde, dejaba sus oficinas y chofereaba la unidad recolectora.

Otro alcalde también amante y obsesionado de la limpieza fue don Ángel López Gutiérrez.

A la salida de Manuel M. Escamilla, nuevamente Cajeme vuelve a vivir un periodo de ocho años de inestabilidad política, tiempo en el cual ocuparon la alcaldía 13 personas y uno más que logró ganar una elección, pero no se le permitió tomar posesión.

En los cabildos pueden darse todo tipo de curiosidades, también de ocurrencias, sin embargo, en la administración de Antonio Salmón, que fue designado alcalde interino por decreto firmando por el gobernador Ramón Ramos, al no permitírsele tomar posesión a Crisógono Elizondo, quien sustituiría a Manuel Escamilla; así como designó al alcalde, también nombró a los regidores que lo acompañarían. Lo inaudito fue que en la primera sesión de cabildo, al hacer pase de lista, faltó el señor José Luis Pérez R., por motivo de su ausencia la sesión de cabildo se suspendió y se mandaron a varias personas en su búsqueda por toda la ciudad, al ser localizado y presentarse en las oficinas del Ayuntamiento, no tenía idea del motivo por el cual se le requería, ahí se le notificó que formaba parte del cabildo.

Nadie se había tomado la facultad de avisarle que formaba parte de él.

En el periodo de dos años que debería haber gobernado Antonio Salmón, estuvieron en la alcaldía cinco personas.