Las Plumas

Democracia: precepto general útil



Las cuatro Mesas Técnicas de Análisis solicitadas por los vecinos, propuestas para su votación de los pares viales de la rúa Quintana Roo, realizadas el pasado mes de enero así parecían y deberían haber sido; legítimas, incluyentes, participativas además de novedosas. Como sí lo fueron.


Sin embargo, una quinta mesa propuesta por las autoridades del Ayuntamiento de Cajeme diluyó este noble propósito sin haber hecho el llamado correspondiente a los principales actores involucrados y afectados que son los vecinos y comerciantes de este controversial asunto, trayendo vecinos como personajes protagónicos que nada tienen que hacer ni votar en este asunto de No a la Franja Roja y No al un solo sentido de la rúa de la Quintana Roo. Sin más.

Se suman a este movimiento que empezó legítimo y limpio de tintes partidistas y políticos una serie de matices gris obscuro dando paso a la desestabilización social que ya se había consensado pacíficamente trayendo inconformidad y aportaciones partidistas externas que no son propias de esta manifestación y movimiento. Los cantos de sirena del golpismo.

El diálogo y negociación es la opción prioritaria y correcta, el caso es que los actores que ahora participan ponen una disyuntiva si el asunto tiene que quedar entre este o aquel funcionario público. Quedan así al descubierto las intenciones de un clientelismo electorero.

Ante este nuevo panorama pongo sobre la mesa dos temas:

  1. El camino virtuoso de la democratización respetando las encuestas de vecinos y comerciantes de las cuatro primeras Mesas de Análisis o,

  2. El camino infernal del descrédito de la autoridad responsable.


Paradójico caso de un Gobierno emanado de la votación democrática en las urnas electorales del 2018. Aunque en todos los movimientos de reclamo social es normal que se sumen grupos y personajes que aprovechan para llevar agua a sus molinos para figurar como buenos samaritanos.

Habría que mencionar que estos grises personajes que se han subido a este movimiento son botones que no empatan con la realidad política que dicen representar.