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Las Plumas

Ante un Debate Atractivo

Plan de Justicia de Mayos...

Ante un Debate Atractivo

No hay duda: el segundo debate entre quienes aspiran a la Presidencia de México resultó mucho más atractivo y ameno que el primero. En más de un sentido, sin duda, cumplió con las expectativas que debe solventar un evento de esa naturaleza. Y es que, a poco de iniciado, pronto se advirtió que Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz (especialmente ella) y Jorge Álvarez Máynez mostrarían una actitud muy distinta a la que evidenciaron la primera vez que se encontraron.

Aunque la verdad de ninguna manera sorprendió que Gálvez Ruiz abriera fuego (dicho sea, en sentido figurado) contra Sheinbaum Pardo desde el momento en que se inició el debate. Era obvio y hasta obligado que tenía que salir a mostrar una actitud agresiva y frontal contra Sheinbaum Pardo. Podría decirse que cumplió con creces ese objetivo. Incluso, hasta podría señalarse que no le quedaba otra.

Sin embargo, ello no quiere decir que Gálvez Ruiz haya salido enteramente ilesa del compromiso dominical. Sin duda, la parte más llamativa del debate fue la que englobó los choques directos que ambas sostuvieron, enmarcados en una serie de acusaciones sobre presunta corrupción. En algún momento, empero, Sheinbaum decidió apartarse de esta línea de combate e ignoró los cuestionamientos de su contrincante.

Mientras tanto, quizá sea hora de preguntar qué hace en esta clase de compromisos alguien como Álvarez Máynez. No es que sea precisamente mudo, porque ratificó el domingo su capacidad para lucir en ciertos lances dialécticos, pero ofrece la impresión de que en realidad no quiere meterse en honduras abordando con énfasis las cuestiones esenciales de un debate. El domingo posiblemente se haya ratificado la presunción de que no ha querido o podido involucrarse más frontalmente en una línea de confrontación o choque.

Sorprendió, en cambio, que el mismo anterior Sheinbaum Pardo haya resuelto polemizar con Gálvez Ruiz dirigiéndole señalamientos muy directos, como ya quedó dicho. Tal fue la sorpresa de la noche. Al final, es preciso insistir en la certeza de que el segundo debate presidencial fue un buen evento, mucho mejor en todos sentidos que el primero. En este contexto, debe ser propio poner de relieve la hostilidad que se obsequiaron las dos candidatas. Nadie debe poner el grito en el cielo por esa actitud.

 Las cosas no pueden ser de otra manera en un debate, y más, por supuesto, cuando lo que está en juego es la presidencia del país. La verdad es que nadie quiere exposiciones solemnes o rebuscadas. Un debate es sinónimo de choque y turbulencia. Todo lo demás puede ser lo que quiera, pero no eso. Entonces, vale reconocer que el fin de semana quedó ya un buen antecedente en la materia. Ojalá sirva para que el venidero tercer debate presidencial resulte todavía más real y efectivo que el recién transcurrido.

Mientras tanto, no es por nada, pero parecería que, si las cosas respectivas siguen como hasta ahora, el llamado Plan de Justicia concebido para beneficiar a la Etnia Mayo podría frustrarse en menos de lo que se piensa. No en balde gobernadores de ese conglomerado viajarán próximamente a la Ciudad de México. El viaje lo están planeando con el de exigir a funcionarios del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas que atiendan con rapidez los postulados del Plan de Justicia y especialmente todo lo que tiene que ver con la entrega, muy cantada, de 10 mil hectáreas.

A ver, entonces, cómo les va a los Gobernadores mayos en la capital del país…si los reciben. Esto no se dice nada más por decirlo. En el ámbito de la Etnia Mayo no están muy contentos con los oficios del llamado Instituto Nacional de Pueblos Indígenas. Prueba de ello es la siguiente afirmación: “Ya nos cansamos de que el INPI nos esté bateando, de que no vengan a las reuniones y, cuando lo hacen, nos mandan puros ‘achichincles’ que no resuelven nada”.

Lo anterior fue expuesto por los gobernadores mayos de Tesia, Camoa, Cohuirimpo, Júpare y Pueblo Viejo. Ellos son Aguileo Félix Ayala, Santos Feliciano López Cota, Juan de Dios Osuna Valenzuela, María del Rosario Avilés Carlón y Norberto Buitimea Yocupicio. Para ellos la cuestión del Plan de Justicia va en serio. Dijeron que, si no los atiende el director del INPI, Adelfo Regino, entonces, estando ya en la capital del país, buscarán al presidente Andrés Manuel López Obrador. En realidad, esto lo deberían hacer apenas lleguen a la ciudad de México. Para qué perder tiempo con burócratas que suelen estar muy “ocupados”. ¿O no…?

armentabalderramagerardo@gmail.com