Las Plumas

 “Mirad las aves del cielo…”


ALEGORÍAS

Jesús Huerta Suárez


Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? Mateo 6:26-33

Es de todos sabido que los precios de los alimentos, en especial los granos de trigo, arroz y maíz han aumentado entre un 80 y un 190%. Lo mismo que la soya, el azúcar y la leche han subido como nunca antes. Se dice que una de las principales razones para que se esté dando este aumento es debida al acelerado crecimiento económico de la nación china, lo que ha generado un cambio en los hábitos de consumo de los orientales. Ellos ahora son más ricos y comen más carne y los animales se engordan con granos, y, por supuesto, que los orientales también le entran duro a los demás granos. Los Estados Unidos también han estado demandando más productos cárnicos y cereales, haciendo que los precios sigan en escalada.

También, se dice que otro factor que está influyendo en estos incrementos es la sustitución de cultivos porque estamos entrando en la era de los biocombustibles. Y si a lo anterior le agregamos el cambio climático que de una manera y otra aumenta los riesgos a la hora de cultivar, más la depreciación del dólar y el crecimiento de la población, pues tenemos ante nosotros una inminente crisis en todos los sentidos.

Crisis que implica inflación generalizada y escasez de alimentos como ya está sucediendo en muchos lugares en el mundo, incluyendo nuestro país.

¿Qué va a pasar?

Los expertos dicen que no nos queda más que esperar a ver cómo y cuándo los organismos internacionales podrán intervenir y encontrar salidas para este problema de nunca acabar.

Los expertos, ya sabes, están en todas partes y hablan y hablan y por lo visto nunca resuelven nada, pues desde que tengo uso de razón estamos en crisis y hay problemas por todas partes, es por eso que considero imprescindible que comencemos a pensar por nosotros mismos. Es necesario perder el miedo a los cambios, no olvidemos que vida es sinónimo de cambio perpetuo, así que no nos espantemos y comencemos a diseñar nuevas estrategias de alimentación: Si el trigo, el arroz, el maíz, la soya y demás granos, cereales, carnes, lácteos y demás productos que tanto nos gustan se van a las nubes o escasean, no olvides que lo que menos necesita el hombre es comer y lo que más le sobra es grasa.

Podemos cambiar nuestros hábitos alimenticios y santo remedio; por ejemplo: hacemos taquitos de nopalitos con tortillas de harina de mezquite y huacaporo. Filetes de sardina al mojo de ajo. Mermelada de naranja con pan de harina de Moringa. Cayos de tilapia de criadero. Nieve de amaranto con licor de piña, verdolagas al limón, quelites con chile, y así, hay tantas posibilidades para no morirnos de hambre, siempre y cuando rompamos los viejos paradigmas sobre lo que se “debe” de comer. Por cierto, que es nuestra misma dieta la que nos tiene llenos de colesterol, triglicéridos, diabetes e infartos.

¿O crees que los pájaros se morirán de hambre? Claro que no, ellos seguirán jugando en los aires y cantando por los siglos de los siglos. No os preocupéis, después de todo más que la panza lo que ocupa alimentarse es nuestro corazón.
“Ámame dos veces, una para ahorita y otra para llevar” The Doors

Jesushuerta3000@hotmail.com