El paso del supertifón Ragasa dejó escenas impactantes en Hong Kong y otras ciudades del sur de China, donde el fenómeno meteorológico provocó inundaciones, destrozos y la evacuación de millones de personas.
Este ciclón, considerado el más potente en lo que va del año a nivel mundial, alcanzó vientos sostenidos de hasta 265 kilómetros por hora y obligó a las autoridades a declarar el nivel máximo de alerta de tifón, categoría 10, durante varias horas.
VIDEOS SOBRE LA IMPACTANTE INUNDACIÓN DEL TIFÓN RAGASA
Entre las imágenes más virales que circularon en redes sociales se encuentra el momento en que el agua irrumpió violentamente en un restaurante de Hong Kong.
En los videos se observa cómo la corriente invade el local y arrastra mobiliario, mientras clientes y trabajadores intentan ponerse a salvo.
Otro de los registros que estremeció a los internautas fue la entrada de un torrente de agua en un hotel, después de que los fuertes vientos destrozaran su fachada de cristal. El impacto derribó a varias personas que se encontraban en el vestíbulo, evidenciando la magnitud del temporal.
CAOS EN CHINA POR TIFÓN
Las autoridades locales informaron que más de 100 personas resultaron heridas durante el paso de Ragasa, mientras enormes olas golpeaban la costa sur y este de la ciudad, anegando carreteras y viviendas.
El jueves, con el tifón degradado a tormenta tropical, se reanudaron los vuelos tras la suspensión de cerca de mil operaciones que afectaron a 140 mil pasajeros. No obstante, los estragos eran visibles: más de mil 200 árboles derribados, calles cubiertas de ramas y hogares sin electricidad.
El impacto de Ragasa no se limitó a Hong Kong. En la provincia de Guangdong, más de 10 mil árboles fueron dañados y casi medio millón de hogares quedaron sin luz.
En Zhuhai, las calles se transformaron en ríos y los rescatistas tuvieron que emplear botes neumáticos para auxiliar a los habitantes atrapados. La magnitud del meteoro obligó a reubicar a más de dos millones de personas, una medida preventiva que evitó mayores tragedias.
El tifón Ragasa deja así una huella de destrucción en las ciudades de China, pero también la recordada imagen de un Hong Kong vulnerable ante la fuerza implacable de la naturaleza.