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Sacrifican a pit bull terrier tras desfigurar rostro de un niño

La madre no comprende cómo un animal que tuvieron por 8 años pudo atacarlo; no confió de nuevo y la mascota fue mandada a dormir

Sacrifican a pit bull terrier tras desfigurar rostro de un niño

Hacía ocho años que un perro de raza pit bull terrier formaba parte de la familia de Jodie Griffiths, y le tocó recibir al más pequeño de los integrantes, al pequeño Romy, hoy de dos años de edad, que se convirtió en su mejor amigo.

Sin embargo, cuando los menores de la casa, entre ellos Romy, jugaban en la sala con sus helicópteros de juguete, "Blizzard", la mascota, dormía en el sillón, todos bajo el cuidado del padre de familia, Daniel, de 32 años.

En un instante, el padre desvió su mirada del lugar y, de pronto, de la nada, escuchó a Romy gritar y llorar dolorosamente; al voltear, vio a su hijo cubierto de sangre y apreció la magnitud de la situación: el niño no tenía la nariz, el perro se la había arrancado de una mordida.

El padre de Romy, Daniel Griffiths, de 32 años, solo miró hacia otro lado por un segundo antes de que el niño gritara de dolor y se volteó para encontrarlo cubierto de sangre después de que un solo mordisco le atravesara la nariz.

"El daño fue realmente grave en el interior de su nariz y dijeron que si el perro hubiera mordido un poco más, le habrían arrancado toda la nariz", relató la madre.

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A raíz de ello, el pequeño fue internado en el New Croft Hospital en Wolverhampton y de ahí trasladado al Birmingham Children's Hospital, donde fue sometido a cirugía para conectarle la nariz.

La familia aún no se explica cómo un animal que llegó a casa desde cachorro, ocho años atrás, y que jamás había sido agresivo, actuara violentamente.

Sin embargo, Jodie se explica que posiblemente el helicóptero de juguete despertó al animal sobresaltado y se le fue encima al menor; aún así, la mujer señaló: "Nunca más podría volver a confiar en un perro".

Pese a todo, los padres del pequeño señalaron a la Policía que fue un accidente, por lo que la autoridad les dijo que el perro podría quedarse en la familia, si ellos así lo desaban.

Sin embargo, como ella no confía más en el animal, lo entregaron a la Policía para que lo reubicaran, pero como se le practicó un estudio profundo, se determinó que no estaba en condiciones de reubicación, por lo que fue sacrificado.