Miles de personas se movilizaron este sábado en Estados Unidos y Europa bajo el lema "No Kings", en protesta contra lo que consideran un creciente autoritarismo del presidente Donald Trump.
Las manifestaciones se realizaron de forma simultánea en al menos 2 mil 500 ciudades estadounidenses y tuvieron réplicas en capitales europeas como París, Berlín y Londres.
Ciudades como Nueva York, Washington D.C., Chicago, Miami y San Francisco concentraron las protestas más multitudinarias. Los manifestantes rechazaron políticas migratorias agresivas, el despliegue militar en urbes gobernadas por la oposición y los intentos de manipular distritos electorales antes de las elecciones de medio mandato.
Esta fue la segunda jornada masiva del movimiento "No Kings", que tuvo su primera edición el 14 de junio, día del cumpleaños del mandatario. En aquella ocasión, los organizadores estimaron una participación de más de cinco millones de personas.

PROTESTAS PACÍFICAS Y SIMBÓLICAS
La movilización fue convocada por una coalición de unas 200 organizaciones que destacaron su carácter pacífico. Se prohibió portar armas, y los manifestantes vistieron de amarillo, color asociado a la resistencia no violenta, y algunos portaron disfraces para generar un ambiente familiar.
Los reclamos incluyeron el respeto a la libertad de expresión, la defensa de los servicios públicos y el fin de las redadas migratorias. El lema "No Kings" hace referencia a los orígenes republicanos de EE.UU. y a la crítica a la figura presidencial como símbolo de poder absoluto.

REACCIONES DIVIDIDAS
Desde Mar-a-Lago, donde pasó el día sin agenda oficial, Trump respondió. “Dicen que me comporto como un rey. No soy un rey”. El presidente también acusó a los demócratas de fomentar las protestas para presionar en el cierre presupuestario que mantiene paralizado al gobierno federal desde el 1 de octubre.
En contraste, figuras republicanas como el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenaron el despliegue de la Guardia Nacional, mientras que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó las marchas como “una muestra de odio contra EE.UU.”.
El movimiento "No Kings" continúa ganando fuerza y promete nuevas movilizaciones antes del próximo ciclo electoral.