Muere Cecilia Giménez, la mujer que hizo famoso al Ecce Homo de Borja y conquistó internet

Aficionada a la pintura y vecina comprometida con su comunidad, en 2012 decidió "arreglar" una imagen deteriorada de Jesucristo que se volvió viral

Muere Cecilia Giménez, la mujer que hizo famoso al Ecce Homo de Borja y conquistó internet

Cecilia Giménez, la mujer que pintó el célebre Ecce Homo de Borja, falleció este lunes 29 de diciembre a los 94 años en la residencia de la localidad zaragozana donde vivía junto a su hijo, quien tiene discapacidad intelectual. El deceso fue confirmado por el alcalde de Borja, Eduardo Arilla.

Cecilia Giménez Zueco, nació en Borja el 23 de enero de 1931. Fue una gran aficionada a la pintura desde pequeña y realizó numerosas obras, especialmente centradas en los paisajes.

EL ECCE HOMO DE CECILIA

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Cecilia nunca se propuso pasar a la historia, pero en 2012, decidió "arreglar" una imagen deteriorada de Jesucristo que decoraba uno de los muros del Santuario de la Misericordia, una pequeña iglesia del siglo XVI.

La obra original había sido realizada a principios del siglo XX por el pintor Elías García Martínez y, aunque no tenía gran valor artístico, sí poseía un fuerte significado sentimental para el pueblo.

Sin permisos formales y movida por la buena intención de conservar la imagen, Giménez asumió la restauración. El resultado fue muy distinto a lo esperado: un rostro irreconocible que pronto fue calificado como uno de los mayores "fiascos" artísticos de la historia reciente.

Cuando Cecilia se dio cuenta de que había ido demasiado lejos, avisó a las autoridades municipales para confesar lo ocurrido, pero era tarde: la imagen ya estaba destinada a convertirse en leyenda.

LA HISTORIA QUE DIO VUELTA AL MUNDO POR INTERNET

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El diario Heraldo de Aragón fue el primero en publicar la historia, que rápidamente se viralizó. Medios internacionales como BBC, Le Monde y The Telegraph replicaron el suceso.

Internet hizo el resto. Memes, disfraces, parodias, documentales e incluso una ópera en Nueva York tomaron como inspiración al nuevo Ecce Homo, rebautizado popularmente como "Ecce Mono".

El impacto fue tal que Borja, un municipio de poco más de 5 mil habitantes, se transformó en un inesperado destino turístico.

Miles de visitantes comenzaron a llegar para ver la pintura, lo que llevó a la apertura de un Centro de Interpretación que explica el contexto de la obra y la historia local. El fenómeno dejó una importante derrama económica y un antes y un después para el santuario.

Sin embargo, no todo fue positivo para Cecilia. La exposición mediática y las burlas iniciales la sumieron en una profunda depresión.

Con el tiempo, su figura fue reivindicada como símbolo de espontaneidad, arte involuntario y resiliencia. Nunca fue artista profesional ni buscó fama; aun así, terminó siendo parte de la cultura pop global.

Gracias al dinero recaudado por las entradas al santuario y la venta de artículos de promoción comercial del Ecce Homo, se logró cubrir la cuota de la residencia en la que vivía Cecilia, así como apoyar a otras personas sin recursos para afrontar estos gastos.

"Un fenómeno social que se ha convertido en un fin social", destacó el alcalde Eduardo Arilla, quien subrayó que Cecilia "hasta el final ha sido bondad" y que falleció como deseaba, acompañada de su hijo.

Desde la Fundación Ecce Homo, se le rindió homenaje con un mensaje contundente: "Hablar de Cecilia es hablar de madre entregada, de lucha, de fuerza, pero sobre todo de generosidad, cualidades que le han servido para ganarse el cariño de todo el mundo".

Borja despedirá a Cecilia Giménez este martes con un funeral en la Iglesia de Santa María. Se va la mujer que nunca quiso ser famosa, pero que dejó una lección clara y sin adornos: incluso de un error puede nacer un legado de solidaridad, humanidad y comunidad.

Cecilia Giménez murió sin saber de algoritmos, viralidad ni tendencias, pero logró algo que pocos artistas consiguen: que el mundo entero mirara hacia un pequeño pueblo de Zaragoza. No fue perfecto, pero fue humano. Y eso, en tiempos de filtros y correcciones infinitas, no es poca cosa.

Marcela Islas
Marcela Islas

Egresada de Literaturas Hispánicas de la Universidad de Sonora, con experiencia en periodismo y turismo; pasión por la cultura, música y gastronomía.