De acuerdo con un análisis de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), que toma información de Coneval al cierre de 2018, el valor de la canasta alimentaria en áreas rurales es de mil 103 pesos y en zonas urbanas de mil 554 pesos.
Ambos valores corresponden a la línea de bienestar mínima.
El porcentaje de trabajadores formales, cuyo ingreso laboral está por debajo de la línea de bienestar mínima, es de 24.2 por ciento.
En tanto que el sector informal casi triplica este resultado, ya que se ubica en 64.4 por ciento.
Esto significa que ni aún destinando todo su ingreso laboral a la compra de alimentos, estas personas no podrían alimentarse adecuadamente.
Este dato toma relevancia si se considera que México tiene un alto nivel de informalidad laboral, que es de 57.7 por ciento, de acuerdo con información del Inegi.