Sólo esta mujer acompañó el cuerpo de Silvia Pinal al crematorio
Estuvo con ella desde que el fallecido esposo de la Diva del Cine de Oro la recomendó para que laborara con ella, y así fue hasta su último instante
Silvia Pinal Hidalgo, la diva de la Época de Oro del cine mexicano, falleció la tarde-noche del jueves 28 de noviembre, rodeada de sus hijos, nietas y del personal más cercano a ella. Tenía 93 años de edad.
Su cuerpo fue velado en privado en una funeraria ubicada al sur de la Ciudad de México; el sábado, recibió homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes, donde dos años antes había sido reconocida en vida.
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Durante las exequias, Silvia Pinal fue llorada por sus hijas, Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán; su nieta Stephanie Salas y sus bisnietas, Michelle Salas y Camila Valero, quienes dieron un mensaje para la matriarca de la Dinastía Pinal.
Posteriormente, el recinto empezó a recibir al público que acudió a despedir a la legendaria actriz sonorense, llevando detalles para su diva.
Sin embargo, y aunque se había dicho que el cuerpo de Silvia Pinal sería levantado hasta que el último admirador se retirara, como era su costumbre en vida, pasada de las 13:00 horas, sus restos mortales fueron levantados y llevados de nuevo a la agencia funeraria, donde sería cremada.
SOLA CON SU ASISTENTE
Sin embargo, cuando el cadáver de la célebre Diva del Cine Nacional fue entregado para ser incinerado, ninguno de sus familiares estuvo con ella, sólo una persona, una de las más allegadas y quien estuvo con Silvia Pinal desde que su fallecido esposo Tulio Hernández Gómez la recomendó, indicó el periodista de espectáculos Juan José Origel, "Pepillo".
Se trata de una de las personas que más le conocía, Efigenia Ramos, quien laboró para la también productora de televisión y de teatro por espacio de 30 años, lapso durante el cual mantuvieron una cercana relación, hasta ser tratada como una más de la familia.
Inicialmente, la urna con las cenizas de Silvia Pinal estuvieron bajo resguardo Iván Cochegrus, productor de teatro y amigo de la guaymense, quien hace unos días las entregó en casa de la famosa, en el Pedregal en la Ciudad de México, a su hijo Luis Enrique Guzmán, quien al tenerla en sus manos rompió en llanto.