Por: Eduardo Sánchez
Un anticipo del cielo tuvieron los pequeños nuevos comulgantes, quienes se presentaron ante Dios después de haberse preparado espiritualmente para recibir en su corazón a Jesús sacramentado.Acompañados de sus respectivos papás y padrinos subieron al altar para comulgar por primera vez la hostia y vino consagrados.
Un momento especial vivieron en la ceremonia de la luz, donde encendieron sus respectivas velas, ritual que significa que siempre estarán iluminados en su vida.[envira-gallery id="56285"]