Hoy se cumplen 36 años de su fallecimiento, pero en la memoria de los mexicanos siguen presentes las icónicas frases del gran conquistador
Por: Ofelia Fierros
Mauricio Garcés, quien fuera uno de los actores más reconocidos del cine mexicano durante las décadas de los 60 y 70, y reconocido por su papel de galán conquistador, siempre elegante y seductor en la pantalla grande, hoy es recordado al cumplirse 36 años de su fallecimiento.
CARRERA DE MAURICIO GARCÉS
Su carrera alcanzó su apogeo con comedias románticas que se convirtieron en clásicos del cine mexicano, como "El matrimonio es como el demonio", "Fray Don Juan" y "Departamento de soltero". Sin embargo, detrás de su imagen de seductor y estrella, Garcés vivió un trágico descenso hacia la pobreza y la soledad.
El actor, nacido en Tampico, Tamaulipas, en 1926, empezó su carrera a los 20 años con el apoyo de su tío, el fotógrafo Tufic Yazbek. Su primera película fue "La muerte enamorada", en 1950, pero fue en la película "Don Juan 67", donde su personaje como galán comenzó a tomar forma, consolidándose como uno de los grandes íconos de la comedia romántica en México.
A lo largo de su carrera, popularizó frases que aún se recuerdan como "Arrooooz", "¡Las traigo muertas!" y "Debe ser terrible tenerme y después perderme".
A pesar de su éxito en la pantalla, Garcés nunca logró manejar sus aficiones personales, entre las cuales el juego y las apuestas fueron una constante. Esta adicción lo llevó a perder gran parte de sus ganancias, lo que resultó en una profunda crisis económica.
EL TRISTE FINAL DE MAURICIO GARCÉS
A lo largo de los años, la falta de oportunidades y dinero lo llevaron a trabajar como animador en la Feria de Texcoco, donde, según relatos de Isabel Lascurain, integrante del grupo Pandora, Garcés se encontraba de presentador en el palenque, muy lejos de su gloria pasada.
Isabel Lascurain relató en "El Pedcast", con José Eduardo Derbez, cómo conoció al actor en su etapa más triste, encontrándolo como presentador en un evento, algo que la sorprendió profundamente. "Yo le decía ´Señor, ¿por qué está usted de presentador? ¡Es Mauricio Garcés!´ y me dijo ´Es que no tengo dinero´", comentó la cantante, reflejando la triste realidad de su declive.
A su descenso económico y profesional se sumaron serios problemas de salud. A fines de los años 80, Garcés fue diagnosticado con enfisema pulmonar, una enfermedad vinculada a su adicción al tabaco. Esta condición fue deteriorando su salud, hasta que el 27 de febrero de 1989, fue encontrado sin vida en su departamento de la Ciudad de México, a la edad de 62 años. La causa oficial de su muerte fue un paro cardíaco provocado por el enfisema pulmonar.
El triste final de Mauricio Garcés fue la culminación de una vida marcada por el éxito, la fama, pero también por la pobreza, el abandono y la enfermedad. A pesar de su caída, el legado de sus películas sigue vigente, y su imagen de galán sigue siendo recordada por generaciones que crecieron viendo sus cintas en las que conquistaba a las mujeres con su característico estilo y picardía. Sin duda, Mauricio Garcés dejó una huella indeleble en la historia del cine mexicano.
