Larga vida a Batman

En las noches más oscuras, en las horas de mayor desesperación, siempre habrá una se­ñal de murciélago alumbrando el cielo, pidien­do auxilio.


Batman, el vigilante de Ciudad Gótica, ha fascinado al mundo ya por 80 años y no se le avizora fecha de caducidad.



Así lo considera el investigador y ex perito de la Procuraduría General de Justicia, Rober­to Coria, quien ha reflexionado en la figura del personaje desde el derecho penal, la crimina­lística y la psicología forense.



“Es el superhéroe más humano: no lo mordió una araña radioactiva, no es un extraterrestre que llegó de otro planeta. Es una persona que se parece a ti y a mí.



“Obviamente tiene mucho dinero, pero es un personaje vulnerable, lo que permite invo­lucrarse con él. Es pura voluntad, autodeter­minación. La tragedia no lo definió tanto como lo que hizo para enfrentarla”, comparte el ex­perto.



Batman, el mejor detective del mundo, he­redero de la brillantez de Sherlock Holmes y los relatos noir de Dashiell Hammett, fue crea­do por Bob Kane y Bill Finger.



Con un modus operandi que borda lo delin­cuencial, apareció en las páginas del número 27 de Detective Comics, que comenzó a circu­lar el 30 de marzo de 1939.



Poco después se exploró su origen: Bruce Wayne, tercera víctima y único sobreviviente de un doble homicidio, decidió combatir el mal en un mundo enloquecido.



“Es un personaje motivado por la culpa, al haber visto a sus padres muertos”, opina el escritor de novelas policiales, y guionista de comics, F.G. Haghenbeck.



“Batman cree que su personalidad secreta es Bruce Wayne. Él se cree Batman. Es genial, pero es un psicópata”.



Reconocido y amado en cualquier rincón del planeta, Batman ha sido reinventado por plu­mas tan prestigiosas como las de Frank Miller, Jeph Loeb, Jim Starlin, Gran Morrison, Alan Moore, Scott Snyder.