Jesús Ernesto López Gutiérrez, hijo del ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y de la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, ha vuelto a ocupar titulares y tendencias en redes sociales, esta vez por motivos del corazón.
A sus 18 años, el joven, a quien algunos internautas detractores lo llamaban "Chocoflan" desde su infancia, decidió mostrarse sin reservas junto a una chica identificada como Ivanna Isa, detonando una ola de especulaciones, juicios y memes.
La chispa que encendió la polémica fue la difusión de imágenes de la pareja disfrutando de un viaje en yate de lujo. Las fotografías los muestran en actitud cariñosa, dejando claro que su vínculo va más allá de una simple amistad.
Aunque ni Jesús Ernesto ni Ivanna Isa han confirmado formalmente su relación, las imágenes hablan por sí solas y han provocado una reacción tan intensa como predecible: de la burla a la crítica feroz.
¿QUIÉN ES IVANNA ISA?
Poco se sabe de la joven. En TikTok era conocida como @ph.ivanna, perfil que superaba los 22 mil seguidores antes de ser desactivado por la oleada de comentarios negativos. En Instagram, su cuenta @ivannaa.isa pasó a privado tras la tormenta mediática.
Su edad, lugar de origen y ocupación siguen envueltos en el misterio, pero eso no ha impedido que se multipliquen teorías sobre sus supuestas intenciones, alimentadas por el prejuicio colectivo: ¿interés genuino o atracción por el poder y el apellido López Obrador?
LOS ACCESORIOS DE LUJO DE JESÚS ERNESTO
Además del romance, la atención se ha centrado en los detalles de lujo que rodean la vida de Jesús Ernesto. En una de las imágenes más comentadas, se observa al joven portando la pulsera Loop It de Louis Vuitton, cuyo precio oficial ronda los 7 mil 750 pesos.
De igual manera, hace unos días fue fotografiado usando unos tenis Balenciaga modelo Triple S, cotizados entre 19 mil y 24 mil pesos, dependiendo de la tienda. A esto se suma una cartera Gucci, modelo Coin GG Supreme Kingsnake, valorada en aproximadamente 10 mil 420 pesos en sitios de reventa de artículos de lujo.
Estos detalles han reavivado sospechas sobre el origen de los recursos para costear semejantes caprichos, con usuarios apuntando directamente a supuestos beneficios heredados de la administración de su padre. Aunque no hay pruebas que sostengan tales acusaciones, en la arena digital basta con una fotografía para encender la mecha.
Este episodio revive un viejo debate sobre el derecho a la privacidad de los hijos de figuras públicas. Aunque Jesús Ernesto ya es mayor de edad y legalmente libre de manejar su vida sentimental y financiera, su apellido carga un peso simbólico que vuelve imposible separar su vida privada de la atención pública y el juicio mediático.
