Por: Eduardo Sánchez
Si Sandra Echeverría aceptó revivir a “La Usurpadora” fue porque representa un reto actoral, no sólo porque interpreta a dos protagonistas, sino por el éxito que logró la versión que impulsó Gabriela Spanic hace 20 años.Producida ahora por Carmen Armendáriz, como parte de los remakes de clásicos melodramas, la serie de sólo 25 capítulos contará la vida de Paola y Paulina, dos mujeres que se compartirán más que la sangre.
“Cuando nacen las dos niñas, una viene un poco enferma y necesita medicamentos muy caros que la mamá no puede pagar y es por eso que decide dar a la niña en adopción, la da a una persona que se va a vivir a Colombia.
“Paola, por otra parte, tiene que ser súper fina, clásica, no es para nada sensual (como en la versión original), siempre tiene que estar en línea como debe de ser una primera dama, pero en el momento en que ella desaparece y se va con el amante, se suelta el chongo y dice: ‘de aquí soy’. Se empieza a vestir sensual y empieza a ser la mujer que no pudo durante muchos años, por estar siempre a la sombra del marido”, compartió Echeverría en entrevista.
La historia contará con algunos cambios. En primera, Paola será parte de la política mexicana, mientras que Paulina crece en Colombia, por lo que el reto para la protagonista no sólo es diferenciar su forma de hablar, también de vestir y conducirse en la vida.