La madre de Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán, mantenía ese cuadro en su hogar y de esta manera continuó hasta su fallecimiento
Por: Brayam Chávez
La difunta Silvia Pinal conservaba en su hogar en la Ciudad de México numerosos recuerdos que pudo obtener durante toda su trayectoria artística.
Fotográficos, vestimenta, reconocimientos, entre otros, pero existe uno que siempre ha sido único para ella. Es el cuadro que Diego Rivera pintó, ya que Silvia Pinal posó para él y logró convertirse en una obra de arte.
EL PARADERO DEL CUADRO
Este cuadro ya es propiedad de Alejandra Guzmán, ya que su madre siempre aseguró que sería su propiedad el día que se ausentara.
Silvia Pinal actuó como inspiración y musa para Diego Rivera, uno de los artistas más reconocidos de la era muralista.
En la fotografía, Silvia Pinal exhibe su cuerpo entero y actuó como modelo para Diego Rivera en su juventud. La madre de Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán, fallecida en noviembre pasado, mantenía ese cuadro en su hogar y de esta manera continuó hasta su fallecimiento.
¿CUÁL ES EL VALOR DE LA PINTURA?
En las redes sociales, se cuestionan sobre el valor o la valoración del cuadro que Diego Rivera realizó para Silvia Pinal.
Se señala en internet que en la actualidad el cuadro tiene un valor de 10 millones de dólares (superior a 204 millones de pesos mexicanos); este monto financiero representaría el valor de su creador, así como la relevancia de Silvia Pinal como musa y personalidad cultural en el ámbito artístico.
LA HISTORIA DEL CUADRO DE SILVIA PINAL
Esta creación artística fue realizada por Diego Rivera en 1956 en la Ciudad de México, y el retrato se ha transformado en una obra icónica.
En ese año, Silvia Pinal ya era reconocida a nivel nacional e internacional, ascendía en el cine mexicano y Diego Rivera se había establecido como uno de los muralistas más destacados de la nación.
A Diego Rivera le habría cautivado la belleza de Silvia Pinal, ya que, indudablemente, era hermosa en su juventud. Ante esto, quedó fascinado y la invitó a posar para él.
En múltiples entrevistas, Silvia Pinal siempre mencionaba esta obra de arte de Diego Rivera, señalando que lo recordaba como un hombre ingenioso, talentoso, frecuentemente irreverente y curioso.
Esta afirmación también se refleja en la autobiografía de Silvia Pinal, "Esta soy yo". Esta obra de arte siempre ha estado presente en el salón de la residencia de la actriz.
