Farándula

El gran imperio que dejó Vicente Fernández

La fortuna de los Fernández incluye 88 marcas registradas y al menos 25 empresas, desde taxis aéreos hasta un centro de planchado

El gran imperio que dejó Vicente Fernández

Tras la muerte de Vicente Fernández, considerado por muchos el máximo exponente de la música mexicana, se ha especulado cómo será la repartición de sus bienes y a cuánto asciende su fortuna, que supo administrar de la mejor manera a favor de su familia.

Con 60 años de carrera artística, “El Charro de Huentitán” reconoció en algunas entrevistas que al inicio de su incursión en la música, lo poco que ganaba lo repartía entre su madre, Paula Gómez, y su esposa, Cuquita Abarca, pero conforme se fue dando a conocer y su fama fue creciendo, tuvo suficiente para establecer varios negocios.

Esa visión de hombre de negocios la heredó a sus descendientes, ya que sus hijos y nietos también tienen algunas empresas.

Según el portal web estadounidense Celebrity Net Worth, la fortuna de la dinastía Fernández asciende a 25 millones de dólares, pero especialistas aseguran que la cifra es incorrecta, equiparada con todo el trabajo que realizó durante tantos años, por lo que consideran que la fortuna del cantante es incalculable.

La Dinastía Fernández tiene 88 marcas registradas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, así como empresas y propiedades; desde taxis aéreos con jets, hasta un centro de planchado.

Hay al menos 26 registros a nombre de Vicente Fernández; el primero fue en 2003, de calzado y ropa. Además de contar con registros de permisos para vender sombreros, carteras, material impreso, perfumería y servicio de entretenimiento.

Asimismo, a la entrada del rancho de su propiedad, “Los Tres Potrillos”, en Guadalajara, hay varios establecimientos en los que venden souvenirs para quienes van a visitar el hogar de los Fernández, como una tienda en la que luce un letrero con la leyenda: “La tienda vaquera más grande de México”, en la que comercializan llaveros, botas, sillas de caballo y cuerdas.

Hay además un pequeño bar donde pueden probar y comprar el famoso tequila de “Chente”, cuyo precio fluctúa entre mil 300 y mil 900 pesos. También hay un restaurante que sirve comida típica mexicana y tiene música en vivo.

Los hijos de “El Charro de Huentitán” tienen varias empresas registradas, como Alejandro Fernández, que cuenta con 17, entre las que figuran una de metales preciosos y plantas. Camila Fernández, hija de “El Potrillo”, registró servicios de entretenimiento y actividades deportivas y culturales y Alex Fernández Jr. cuenta con el registro de servicios de entretenimiento.

Alejandra, la única hija del patriarca, en 2011 registró la marca Alleza, que comercializa bolsos y vestidos inspirados en las raíces mexicanas y cuenta además con otros seis registros relacionados con la moda.

Por su parte, Vicente Jr, tiene ocho marcas a su nombre, entre ellas una de educación y otra de tequila.

Por si no fuera poco, la familia Fernández cuenta con 25 empresas, muchas de las cuales se engloban en el nombre de “Grupo Fernández”. En algunas otras solamente figuran como socios, como Desarrolladora Santa Fe-Zapopan, en la que los tres hijos varones de “Chente” tienen acciones.

Igualmente poseen empresas inmobiliarias, de finanzas y tecnologías, un centro de planchado, y hasta un negocio de taxis aéreos, en el que rentan Learjets 45 para transporte aéreo. Y no se diga de su más famosa adquisición, el rancho “Loas Tres Potrillos”, en el que hay un restaurante, un criadero de caballos pura sangre, una piscina en forma de guitarra, un lienzo charro y la casa principal, llena de lujos, como la colección de figuras de caballos y pinturas, que poseía Vicente Fernández, así como sus trajes de charro, valuados en 350 mil pesos cada uno.