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Farándula

Edson Zúñiga confiesa que Elba Esther Gordillo intentó seducirlo

“El Norteño” también reveló que en alguna ocasión trabajó para la maestra y que constantemente ella abusaba del alcohol

Edson Zúñiga confiesa que Elba Esther Gordillo intentó seducirlo

El comediante Edson Zúñiga, “El Norteño”, reveló en una entrevista con Jordi Rosado, que cuando tenía 20 años trabajó para la maestra Elba Esther Gordillo como su copiloto y que en alguna ocasión ésta intentó seducirlo.

El creador de “El Compayito” reveló al conductor todo lo que pasó en una ocasión en la que trabajó con Gordillo en Guerrero y constantemente viajaban a Monterrey, Nuevo León, Chiapas, así como a Guadalajara, y él hacía las funciones de copiloto.

 “Yo volaba para Elba Esther Gordillo. Íbamos a Monterrey, Nuevo León, Chiapas, porque la señora es de Chiapas, a Guadalajara, a todos lados. Yo iba como copiloto y el capitán era Chávez”, mencionó.

Asimismo, confesó que la maestra Gordillo abusaba constantemente de las bebidas alcohólicas.

“Toda esta gente son personas normales. La señora tenía cargas laborales y unas cargas emocionales muy fuertes. y entonces… ¿Qué pasa ahí?, pues que la señora tomaba pero si bonito”, comentó.

El Norteño” dijo que en uno de esos viajes, al calor de las bebidas embriagantes, Elba Esther se le insinuó y le puso su pie en sus labios cuando lo mandó a hacerle un favor. Asegurando que fue con la intención de tener un acercamiento íntimo con él.

“Esa vez estábamos en la junta del magisterio en Zihuatanejo y la señora había tomado unas copas, y luego en Guerrero, que la gente es caliente. Fue una junta larga y ella me dijo ‘Hijo, por favor ve a la habitación y ahí hay unas sandalias, por favor, tráemelas’”.

Edson Zúñiga dijo que él cumplió la orden y al llegar a la habitación a buscar las sandalias, ahí estaba la maestra.

“Fui a su habitación pues ella me había dado la llave, pero a la hora de entrar, ahí estaba ella. No supe cómo llegó. Pero me cuerdo que abrí la maleta y me preguntó con un tono coqueto ‘¿No encuentras las sandalias?’”.

Entonces ella zafó su pie de la zapatilla y me lo puso en la boca. Entonces, si tú cuentas, un segundo con 20 milésimas, ya estaba yo en Morelos. Así de ‘Nooo, no mames’”, dijo, con un ademan de echarse a correr.