Maxine Woodside descubrió que Alejandra Guzmán fue la encargada de la reubicación de la obra que por más de medio siglo adornó la casa de su madre
Por: Brayam Chávez
La noticia del desaparecimiento del emblemático cuadro de Silvia Pinal, obra del reconocido muralista Diego Rivera. Las imágenes que presentan a varios individuos extrayendo la preciada pintura del hogar de la actriz fallecida se han viralizado, provocando inquietud y especulaciones acerca de su futuro.
EL LEGENDARIO CUADRO YA NO ESTARÁ EN SU HOGAR
El reportero Ernesto Buitrón fue el pionero en divulgar la información, compartiendo un video en su plataforma de YouTube. En el contenido, se puede apreciar el instante preciso en que un camión de carga llega a la vivienda, recoge una enigmática carga de madera y se desplaza, mientras los medios de comunicación presentes registran el instante.
Poco más tarde, Maxine Woodside confirmó la noticia en su cuenta oficial de Instagram. Además, la periodista reveló que fue Alejandra Guzmán, hija de Silvia Pinal, la encargada de mover la obra que por más de medio siglo adornó el inmueble de su madre.
Pese a su presencia en el sitio, Alejandra Guzmán optó por no responder a las cuestiones de los periodistas, limitándose a pulsar el claxon de su automóvil para abrir paso entre los periodistas.
En vida, Silvia Pinal había manifestado su anhelo de ceder la obra pictórica a sus descendientes, siempre y cuando fuera asignada al Museo de Diego Rivera bajo determinadas condiciones. En las entrevistas previas, Pinal sostuvo: "Es de mis hijos, tiene seguro, pero lo voy a heredar al Museo de Diego Rivera con cierta propiedad para ellos".
El trabajo, producido en 1956 y estimado en 3 millones de dólares (60 millones de pesos), fue un obsequio personal de Diego Rivera para la actriz a la edad de 25 años.
LA HISTORIA DEL RETRATO
La relación entre Rivera, Frida Kahlo y Silvia Pinal superó el ámbito laboral, dado que los tres mantuvieron una amistad íntima. En la fase ascendente de la carrera de Pinal, Diego sugirió efectuarle un retrato, pese a que su intención inicial era que la actriz se exhibiera sin ropa.
Por otro lado, Pinal declinó la propuesta, ya que tenía la intención de presentar la obra en su salón y no pretendía generar malestar entre sus visitantes.
