En sus inicios, Coachella le daba cabida principalmente a bandas de rock y agrupaciones electrónicas, sin embargo, a partir de 2002 los organizadores de se abrieron a otras propuestas con la presentación de artistas latinos y de pop.
En esta ocasión aparece dentro del cartel Ariana Grande, chica californiana de 25 años que es uno de los referentes musicales de las nuevas generaciones, que muestra a una mujer dulce y a la vez poderosa que lo mismo canta, presenta su linea de cosméticos o se considera una gran influencer al tener 150 millones de seguidores en Instagram, lo que las marcas aprovechan para llegar a más público.
Su presencia en Coachella, será aprovechada por Ariana Grande para comercializar una línea oficial exclusiva del evento que llevará por nombre Black Card. Los fans de la intérprete de
7 Ringspodrán adquirir por 65 dólares unas playeras de manga larga con la leyenda en letras negras ´Black Card is my bussiness card (Black Card es mi tarjeta de negocios´) impresa en la espalda.
DIVERSOS GÉNEROS
Si el pop es algo que no interesa consumir en Coachella, la oferta del cartel va más allá al darle cabida nuevamente a la música popular mexicana, misma que en esta ocasión estará representada por la agrupación Los Tucanes de Tijuana, quien volvió a colocarse en los primeros lugares de popularidad con el tema
La Chona.
A estas ofertas tan diferentes en Coachella, se suman otras propuestas latinas como J Balvin y Bad Bunny, exponentes de la música urbana; la chilena Mon Laferte que seducirá con el pop, el electropop estará representado por Javiera Mena, las guitarras indies llegarán con la banda costarricense Las Roberta y el rock progresivo con Chon.