Pasión, entrega y la capacidad física son los elementos protagonistas de estos momentos extraordinarios que asombraron al mundo deportivo
Por: Marcela Islas
El deporte ha sido escenario de momentos inolvidables, desde hazañas heroicas hasta episodios de controversia. Casos como la corrupción en la FIFA o el dopaje en el atletismo han generado escepticismo en algunos aficionados.
Sin embargo, también abundan las historias que reflejan pasión, entrega y la capacidad del deporte para inspirar y unir a las personas. A continuación, recordamos algunos de estos momentos extraordinarios.
LA IRREMPLAZABLE DAMA DEL TÉ DE NEWCASTLE UNITED
Kath Cassidy fue una figura icónica en el Newcastle United, donde desde 1963 ofreció tazas de té a jugadores, entrenadores y periodistas. Durante más de 50 años, su calidez y hospitalidad la convirtieron en una presencia irremplazable en el club.
En 2015, a los 88 años, decidió retirarse, dejando una huella imborrable. "Los jugadores pueden reemplazarse, los directores técnicos también, pero personas como tú, Kath, son irreemplazables", expresó con emoción el exentrenador Kevin Keegan.
JAY BEATTY Y SU HISTÓRICO GOL
En enero de 2015, Jay Beatty, un niño de 11 años con síndrome de Down y fan del Celtic de Escocia, ganó el premio al Gol del Mes de la Liga Profesional Escocesa.
Con el 97 por ciento de los votos de los aficionados, su tanto en un partido benéfico fue un símbolo de inclusión y amor por el fútbol. Jay también fue llevado en andas por su ídolo, Georgios Samaras, en la celebración del título del Celtic en 2014, un momento que conmovió al mundo.
UN REGALO INESPERADO A UN SEGUIDOR SIN TECHO
Matt Bradley, aficionado del Bournemouth, tenía dos entradas para un partido contra el Newcastle. Cuando su padre no pudo asistir, decidió regalar el boleto a Gordon Roberts, un hombre sin hogar.
Juntos disfrutaron el partido y compartieron una taza de té en el descanso, demostrando que el deporte puede generar gestos de solidaridad inesperados.
EL ENSAYO DE UN NIÑO DE CUATRO AÑOS
En un partido benéfico de rugby en Australia, un niño de cuatro años se perdió y terminó en el campo de juego. Un jugador le pasó el balón y los demás simularon intentar detenerlo mientras él corría hasta anotar un ensayo. La escena se convirtió en un momento emotivo que reflejó la magia del deporte.
MICHELLE PAYNE: "ESTOY PARA QUEDARME"
En 2015, Michelle Payne se convirtió en la primer jockey femenina en ganar la Copa Melbourne. La menor de 10 hermanos, criada por su padre tras la muerte de su madre cuando tenía seis meses, desafió los estereotipos de un deporte dominado por hombres.
"Las mujeres pueden hacer cualquier cosa que deseen", afirmó Payne, quien ha superado graves lesiones y tiene a su hermano Stephen, con síndrome de Down, como asistente en los establos.
MORGAN SCHNEIDERLIN Y SU LEALTAD A LOS FANS
El futbolista francés Morgan Schneiderlin, exjugador del Manchester United, destacó no solo por su talento en la cancha, sino por su humildad. Responde personalmente a todas las cartas que recibe de sus seguidores, un gesto que demuestra su conexión con los aficionados.
UN ASUNTO DE FAMILIA: UNIDOS POR EL TRIATLÓN
Rick Hoyt, con parálisis cerebral y cuadriplejia, ha participado en más de mil carreras gracias a su padre, Dick Hoyt, quien lo lleva en silla de ruedas en maratones y triatlones. Desde 1977 hasta su última participación en el Maratón de Boston en 2014, demostraron que el amor y la dedicación pueden superar cualquier barrera.
LÁGRIMAS Y GARRA EN LA PISTA
Derek Redmond, atleta británico, sufrió una lesión en los 400 metros en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Aunque no pudo continuar solo, su padre bajó de la tribuna y lo ayudó a cruzar la meta, un momento icónico de esfuerzo y resiliencia.
HÉROE EN ALTA MAR
En la Vendée Globe de 1996, el navegante británico Pete Goss recibió una llamada de auxilio de Raphael Dinelli, cuyo barco se hundía en el Océano Antártico. Goss navegó dos días en condiciones extremas para salvarlo y, pese a ello, completó la carrera en tiempo récord para un británico. Su heroísmo fue reconocido por la reina Isabel II y el presidente de Francia.
EL PODER DEL DEPORTE PARA UNIR
En 1995, Nelson Mandela entregó el trofeo Webb Ellis a Francois Pienaar tras la victoria de Sudáfrica en el Mundial de Rugby, un evento que simbolizó la reconciliación de un país dividido por el apartheid. Mandela utilizó el deporte como herramienta de unión, demostrando su capacidad para transformar sociedades.
Estas historias nos recuerdan que el deporte no solo se trata de ganar o perder, sino de inspiración, sacrificio y momentos inolvidables que trascienden las canchas y estadios.
