Cada 21 de junio, en el mundo ruedan miles de tablas sobre el asfalto para conmemorar el Día Mundial del Skate, que más que un deporte, es forma de expresión y estilo de vida, que ha transformado alrededor del mundo espacios urbanos aptos para su práctica.
ORIGEN DEL SKATEBOARDING

Originalmente nacido en California durante la década de 1950 como una alternativa para surfistas cuando no había olas, el skate evolucionó de ser un simple pasatiempo callejero a consolidarse como disciplina deportiva de alto rendimiento.
Al principio, las ruedas eran de metal o arcilla (un auténtico castigo para la espinilla), pero en los 70 la invención de las ruedas de poliuretano cambió la historia: más velocidad, más estabilidad y más saltos espectaculares.
En 2004, la International Association of Skateboard Companies (IASC) estableció el 21 de junio como Día Mundial del Skate, para promover la práctica libre y legal de este deporte urbano, defender espacios para rodar sin ser perseguidos (ni multados) y unir a la comunidad skater bajo un mismo grito de independencia y creatividad.
SKATEBOARDING COMO DEPORTE OLÍMPICO

La importancia y legitimidad que el skate ha ganado se coronó durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde debutó como deporte olímpico. El estreno fue histórico: Japón, anfitrión de la justa, dominó la competencia con cinco de las 12 medallas en juego, confirmando el talento y disciplina de sus riders. En competencia, existen dos modalidades:.
- Park: Pistas con rampas gigantes y bowls para vuelos altos y giros de vértigo.
- Street: Obstáculos urbanos como barandales, escaleras y bordillos, imitando el entorno real donde el skate nació y se forjó.
Cada competidor tiene tres rondas de 45 segundos para demostrar su destreza. Los jueces califican de 0 a 100 considerando dificultad, estilo, originalidad y ejecución. Un mal aterrizaje y adiós medalla.
EL SKATE COMO CULTURA
El skate no es solo girar y caer (porque sí, las caídas vienen incluidas y son gratis), es una forma de vivir: ropa ancha, zapatillas resistentes, grafitis, videos caseros, música punk, rap o indie de fondo y una actitud que mezcla rebeldía, arte y perseverancia.
Hoy, el skateboarding es cultura, moda, comunidad y deporte de alto nivel. Su estética influye en pasarelas, videojuegos, música y publicidad. Y lo mejor: no importa la edad. Si tienes tabla, valor y rodilleras, siempre es buen momento para aprender.
El skateboarding definió un estilo que mezcló funcionalidad, rebeldía y cultura callejera. Varias marcas no solo lo adoptaron: lo hicieron global. Aquí algunas que han dejado huella:
- Vans: Nació en 1966, y sus icónicas zapatillas con suela waffle son prácticamente uniformes en cualquier skatepark.
- Thrasher: Más que una revista, es un símbolo. Su logotipo en sudaderas y camisetas es tan influyente que hasta quien no sabe montar presume una.
- Supreme: Comenzó como tienda de skate en Nueva York y terminó convirtiéndose en la marca streetwear más deseada y revendida del mundo.
- Element, Santa Cruz, Independent y Powell Peralta: Leyendas que fabrican desde tablas hasta ropa, pegatinas y ruedas, manteniendo viva la esencia rebelde.
- DC Shoes y Nike SB: Llevaron la zapatilla técnica para skaters a un nivel de rendimiento profesional, mezclando moda y funcionalidad.

DATOS CURIOSOS DEL SKATE PARA CELEBRAR SU DÍA
- El ollie, truco básico y esencial, fue creado por Alan "Ollie" Gelfand en 1978.
- Tony Hawk fue el primer humano en hacer un giro de 900° (dos vueltas y media en el aire).
- Barcelona es un paraíso mundial para skaters: sus plazas son casi santuarios de trucos imposibles.
- El skate ha conquistado desde personajes icónicos de caricaturas como Bart Simpson, hasta videojuegos, moda y cine.
En cada plaza o parque de patinaje, el skateboarding une a personas de todas las edades, géneros y estilos de vida, formando una microfamilia que celebra cada truco logrado y cada caída superada. Es una forma de resistir, de expresarse y de conquistar la ciudad con actitud y estilo propio.