Un asalto cambió la vida de María para siempre
La mujer recibió un brutal golpe en la cabeza que le provocó daño irreversible; ahora se sostiene con bastón y a veces su mentalidad es la de una niña
La vida te pone pruebas difíciles de superar; sólo aquellas personas valientes las logran enfrentar, entender y asimilar. Una de ellas es María Hernández Zepeda, a quien un asalto le cambió la vida y ahora lucha por sobrevivir.
EL INCIDENTE
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El 19 de septiembre de 2019 es una fecha que quedó marcada en su vida. Ese ese día se convirtió en el más amargo de su existencia, pues un sujeto la golpeó de manera brutal con un bate en la cabeza, con la intención de robarle.
Por más de un mes, María estuvo hospitalizada debatiéndose entre la vida y la muerte. Luchó, se aferró y pudo levantarse; sin embargo, la lesión le generó una secuela permanente con la que tiene que lidiar.
CAMBIO SU VIDA
De ser una persona independiente, trabajadora, que siempre buscaba la manera de ganar dinero honradamente, ahora María usa pañales y tiene que caminar apoyada en un bastón; además, la herida en la cabeza le provocó trastornos que ocasionan que su mente divague y se comporte como una menor.
“Tengo 51 años de edad, pero tras el golpe que recibí, en ocasiones hace que me sienta como una niña o un bebé” comentó en medio de las lágrimas.
BUSCA AYUDA
María acudió a las oficinas de Diario del Yaqui a exponer su situación, con el objetivo de que su historia se conozca y gente de buen corazón la apoye.
“Me han operado cuatro veces. No tengo seguro social; hace poco me salió un quiste, pero me dijeron que es un tumor, pero no me pueden operar, hasta que mi nivel de azúcar baje, pues padezco diabetes”, expresó.
Mencionó que la medicina que requiere para regular su azúcar se llama Trayenta Linaglipina, su presentación es en tabletas, medicamento que es costoso, el cual, por su condición económica, no puede comprar.
“Ojalá me puedan ayudar; Dios se los va a multiplicar. Yo trato de ganarme un dinerito, me subo a los camiones y canto, pero las pocas monedas que obtengo no me alcanzan para la medicina.
ENCONTRÓ UN ÁNGEL
María relató que, antes del lamentable hecho que direccionó su vida, rentaba una casa en la colonia Constitución.
“Cuando me asaltaron y estuve hospitalizada, nadie me visitó, pues no tengo familia aquí. Una señora que iba al hospital me conoció y, al salir, me ofreció ayuda; me llevó a su casa. Dios me la puso en mi camino y le doy gracias”, comentó.
En una humilde vivienda marcada con el número 4109, que se ubica en la calle Cataluña y Antonio Caso, en el fraccionamiento Urbi Villa del Real, al poniente de Ciudad Obregón, vive María con quien se convirtió en su mamá adoptiva.
Las personas que deseen apoyarla pueden acudir a esa dirección, comunicarse al celular 64-42-03-06-92 para mayor información, o depositar a la cuenta BanCoppel 4169 1614 1562 0169 a nombre de Rosa María Díaz.
De esta forma, María “La Cantadora”, como le conocen, encierra una triste historia, quien no le reclama a la vida por el trágico suceso que sacudió su existir, pues el hecho de haberse levantado de la cama del hospital lo ve como una segunda oportunidad de vivir. Su situación es difícil, pero con entusiasmo, valentía y coraje afronta su día a día, algo que la convierte en una auténtica guerrera de la vida.