Aunque el corazón de la niña Fátima Lucía Espinoza Vaquera se encuentra estable y en franca recuperación, aún se requiere darle terapias por la trombosis cerebral que padeció hace unos meses y que le dejó secuelas de tipo neurológico, reveló su padre, Ramsés Espinoza Reynaga.
La pequeña, quien padecía una condición cardiaca de nacimiento, fue operada en 2024, pero durante su proceso de recuperación, y al parecer derivado de la misma cirugía, resintió una trombosis que le provocó parálisis parcial en algunas áreas de su cuerpo y lenguaje, por lo que requiere de terapias que se le realizan de manera periódica en Hermosillo.
Esta necesaria atención, además de una tomografía y resonancia magnética que la menor necesita tienen costos muy elevados, por lo que se realizan actividades como venta de verduros, burritos y aguas frescas durante los break de las pedaleadas que hace la organización OBR en Bici; también están vendiendo frijol por kilogramos y carteras de huevo, de lo cual obtienen una utilidad que usan para los gastos de los traslados y el pago a las clínicas de la capital del estado y para comprar pueden llamar al número 6441712882 de la madre de la niña, agregó.
Además, se sigue solicitando el apoyo de la ciudadanía y empresarios; en reciprocidad con estos últimos, se cuenta con recibos deducibles de impuestos, para lo cual les apoya la Fundación del Empresariado Sonorense (Fesac), dijo el entrevistado.
Quienes deseen colaborar con la noble causa, pueden aportar la cantidad que gusten de recursos, llamando para más información al 6442596687, concluyó Espinoza Reynaga.