El legado artístico y comunitario de Rafael Evans fue el eje de una rueda de prensa en la que se destacó su impacto en Cajeme y la importancia de que su obra y pensamiento continúen vivos.
Durante el encuentro se presentó una escultura creada en su memoria, concebida como un símbolo de trascendencia y como una forma de dar continuidad a los proyectos que impulsó a lo largo de más de una década.
Familiares, amigos, creadores y funcionarios culturales coincidieron en que Evans fue un promotor incansable del arte como herramienta de transformación social y de resignificación de los espacios públicos.

"NO QUEREMOS QUE
SU LEGADO SE PIERDA"
El escritor Carlos Padilla, amigo cercano de Evans, recordó que su partida fue prematura y dejó múltiples proyectos en proceso.
"No queremos que se pierda el legado de Rafa, de lo que hizo y pensó para la ciudad. Cuando pensamos en él, sabemos que se fue demasiado rápido", expresó.
Padilla destacó que Evans soñaba con una ciudad con más espacios artísticos, especialmente en comunidades de pueblos originarios.
"Una persona fallece cuando dejamos de pensar en ella. Tomaremos la batuta, quizá no con la energía que él tenía, pero sí con esa intención", afirmó.
UN CREADOR INCLUYENTE
El músico y actor Héctor Partida, dirigente del Colectivo Punto Tres, recordó proyectos como Sebut (Se busca un teatro), La Ruta, los callejones temáticos y Morros de la Villa, iniciativas que acercaron el teatro a jóvenes y comunidades vulnerables.
Partida subrayó que Evans demostró que el teatro puede ser una herramienta poderosa para enfrentar contextos de violencia.
"Nos dio la valentía para salir a las calles, trabajar en equipo y entender que el arte nos mantiene unidos", señaló, destacando que su trabajo dejó una raíz que hoy se extiende a través de sus alumnos.
La directora de Culturas Populares e Indígenas de Cajeme, Trinidad Ruíz, describió a Evans como un creador profundamente incluyente, capaz de construir escenarios donde tenían cabida personas de todos los ámbitos.
Destacó la producción de Tenorio, montaje que integró a actores profesionales y ciudadanos de la comunidad, así como su labor para acercar el teatro a niñas y niños de comunidades rurales.

UNA ESCULTURA PARA LA MEMORIA
El escultor Francisco Cárdenas presentó la obra creada en honor a Evans, una escultura de 3 metros con 20 centímetros de altura, elaborada con estructura metálica y vitrales, que integra símbolos como máscaras teatrales, cactus y estrellas de siete picos, estas últimas como representación de la creatividad.
Durante el encuentro también se destacó el respaldo de Yo Observo Cajeme, organización conformada por empresarios que apoya la iniciativa de preservar el legado de Rafael Evans.
Finalmente, Margarita Evans, madre del creador, hizo un llamado a las autoridades para que se otorgue un espacio público donde pueda colocarse la escultura y así mantener viva su memoria en la ciudad.
Algunos de los lugares propuestos son la Plaza Álvaro Obregón, la Laguna del Náinari u otro espacio cultural, con el objetivo de que la obra permanezca como una figura emblemática que represente el legado artístico y social de Rafael Evans en Cajeme.





