Luego de varios meses que los taxistas ruleteros del centro de Ciudad Obregón solicitaran al Ayuntamiento de Cajeme la rehabilitación del callejón República de Argentina entre las calles Zaragoza y No Reelección y no obtener respuesta de la autoridad municipal, decidieron hacerlo ellos mismos, pero de inmediato arribaron funcionarios de la comuna y del Departamento de Tránsito, quienes les advirtieron de la posible aplicación de infracciones por su acción, manifestaron indignados los trabajadores del volante.
Varios taxistas se mostraron molestos ante la actuación de las autoridades, porque –dijeron—ellos están haciendo la labor que le corresponde al gobierno, ayudando a hacer más transitable la rúa, aunque sea con un poco de balastre, además que coadyuvan en una menor incidencia de daños a sus unidades.
David Pérez García, más conocido como "El Zacatecas", quien dialogó en su momento con los inspectores de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, así como con el jefe del Departamento de Tránsito, Luis Rey Chávez, dijo que son varios los vehículos de alquiler que han tenido que ser llevados al taller por daños en el cárter, mofle o distintas partes de la suspensión debido al mal estado del callejón, por lo que tomaron la iniciativa de ayudar a la autoridad en lo que da inicio la reconstrucción formal.
Comentó que, previamente, ellos mismos repararon una gran fuga de agua que había en el callejón, ya que después de varios reportes al Oomapasc, la paramunicipal tampoco acudió a efectuar la reparación, y quizá haya sido esta una parte de la causa que provocó el deterioro de la carpeta asfáltica.
Así que, ante la falta de atención, optaron por cotizar dos "dompadas" de balastre, que les costaron mil 500 pesos cada una, y con palas en mano, ellos mismos la distribuyeron en los grandes hoyos que ya existían en el sector, logrando taparlos y dar una imagen diferente para automovilistas y transeúntes.
Fue gracias al respaldo de un abogado conocido que hizo de mediador, que manualmente, con el uso de palas, lograron distribuir el material, dado que los funcionarios estaban decididos a que este no se colocara; pero ahora sigue sobre ellos la amenaza de una multa, que desconocen si se las van a aplicar.