Las iguanas de la Laguna del Náinari se han convertido en los guardianes del lugar
Los reptiles que se han ido sumando al embalse aumentan el atractivo del lugar, donde se camuflagean como forma de subsistencia
Hablar de la Laguna del Náinari es referirse a un espacio de esparcimiento que invita a la contemplación y al disfrute de los sentidos a través de los bellos atardeceres que pueden apreciarse desde este hermoso lugar.
El lugar es ideal para disfrutar de la naturaleza y pasar un rato ameno ya sea solo o acompañado; es un lugar familiar donde dado el paisaje, bien se presta para leer, platicar, realizar alguna actividad deportiva o simplemente, observar el paisaje desde el muelle o en cualquiera de los puntos que componen la circunferencia de la Laguna del Náinari.
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También es comun ver a personas que ante lo bello del sitio, lo aprovechar para caminar, disfrutar de las actividades recreativas dispuestas en el sitio como el paseo en lancha, o degustar de las deliciosas opciones gastronómicas que se encuentran presentes en el sitio.
Y para los amantes de los animales, las personas pueden llevar a sus mascotas a pasear o apreciar las especies que ahí se encuentran y que han ido creciendo con el pasar de los años aumentando los atractivos de este lugar.
Y es que no solo son las aves o mariposas que anidan en los árboles o que arriban en su trayecto hacia el sur de México en la Laguna del Náinari como descanso de su largo viaje, sino los peces, tortugas y más recientemente, tres iguanas.
Los impactantes reptiles deambulan cual su hogar camuflageándose entre el verde de los arbustos, el café de la tierra y lo blanco de las piedras.
Los recien llegados inquilinos disfrutan al igual que el resto de las personas de la colorida flora del sitio. Y lo hacen de tal manera que posan despreocupadas ante las cámaras mostrando su mejor pose.
El espectáculo se presta para que quienes logran verlas decidan posar a un lado de ellas, pues no es común que se les vean en el suelo, debido a que normalmente se encuentran escondidas entre los arbustos o resguardadas en las alturas de los árboles.
Personal que trabaja en la Laguna del Náinari indicaron que en el sitio habitan tres iguanas con un tamaño imponente.
Con ellas, se ha incrementado la fauna que habita en el sitio constituyendo parte de su riqueza y de su atractivo, permitiendo que dambulen sin ser molestadas, aspecto que debe preservarse por quienes la cuidan pero también quienes las visitan.
