Con 35 años de edad, no recuerda con exactitud cuántos años ha vivido así y junto con ella, una hermana que también prefirió salirse de su casa para estar juntas.
Las calles de Ciudad Obregón son su hogar, el cielo su techo y dormir entre cartones y periódicos es su estilo de vida. Barre banquetas y otras "chambitas" para ganarse un taco.
Vive en la calle pero su gusto por la comida no ha cambiado "me gusta el ceviche, la carne asada, el menudo y la gente sí me regala", comentó.
Aun cuando encontró en la calle un estilo de vida, paradójicamente sueña con un día tener un trabajo estable y lograr comprar una casa donde viva junto a alguien que la quiera.