En Cajeme es casi imposible abrir un negocio de alimentos con bebidas alcohólicas: Canirac
Esteban Brajcich Roki afirmó que los costos para poder hacerlo resultan inalcanzables para la mayoría de los empresarios
Los altos cobros gubernamentales hacen casi imposible la apertura de un negocio de alimentos preparados con venta de bebidas alcohólicas en Cajeme, lo cual desalienta nuevas inversiones en este giro, lamentó Esteban Brajcich Roki.
El vicepresidente de Canirac Sonora dijo que la directora de Alcoholes en la entidad, Cristina Caballero, es aliada de los restauranteros y está apoyando las iniciativas que buscan reducir costos para hacer más fácil que haya más empresas dando empleos y mejorando la derrama de recursos en la localidad, “mas sin embargo, las leyes la tienen maniatada”.
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El empresario comentó que se sabe de proyectos para abrir varios negocios de este tipo, pero este tema los mantiene a la expectativa para poder decidirse a realizar la inversión, ya que el hecho de abrir no es necesariamente una garantía de que les irá bien.
El costo de la anuencia municipal para abrir un restaurante en Cajeme, es de 185 mil pesos, más los trámites en todas las dependencias involucradas; la licencia de Alcoholes estatal, en 2023 costaba, en este giro, 157 mil 274 pesos; para un restaurante bar era de 360 mil 440 pesos; para el giro de cantina era de 758 mil 593, y para un restaurante rural, que era el más económico, la licencia costaba 21 mil 271 pesos, por lo que habrá que actualizar al costo actual.
Haciendo un ejercicio teórico, dijo, si un empresario tiene las facilidades de que su local está en condiciones aptas para invertir en un restaurante bar, su presupuesto entre mobiliario, audio y video, cocina, inventario y equipo de cómputo entre otras cosas, es de un millón y medio de pesos aproximadamente, y por estos dos documentos deberá incrementarlo en un 37 por ciento equivalente a 545 mil 440 pesos, por lo que la inversión se eleva a 2 millones 45 mil 440 pesos.
"En el caso de una cantina, centro de eventos, salón de bailes o billar, la inversión se eleva en un 75 por ciento, lo que hace prácticamente prohibitivo arrancar su negocio", expresó el dirigente empresarial.
En cambio, en otros estados del país como Jalisco, Oaxaca y la Ciudad de México, comparó, los costos son mucho más bajos, permitiendo la inversión y el crecimiento e este tipo de empresas, que aportan a la economía local.
