Derechohabientes de IMSS aceptan reglas de seguridad
Sigue siendo una incógnita qué pasará si se llegara a registrar una emergencia de grandes dimensiones, por la instalación de cercas
Poco a poco, los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ciudad Obregón han estado aceptando las nuevas reglas en materia de seguridad, luego que, desde hace aproximadamente un mes, fueran cambiadas las antiguas compañías privadas de seguridad por elementos de protección federal; lo anterior se desprende a partir de un sondeo realizado entre usuarios de servicios de la institución de salud.
Sin embargo, en algunos entrevistados queda como una incógnita saber qué sucederá en caso de registrarse una emergencia mayor o una catástrofe en la que tengan que ser evacuadas las instalaciones de ambos hospitales, dado que, previo a la entrada de los nuevos guardias, por instrucciones de la directiva del IMSS, las instalaciones fueron cercadas con malla ciclónica.
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De acuerdo con la guardia de seguridad de protección federal, que se encarga de dar acceso a quienes ingresan al complejo hospitalario por la calle Hidalgo, ya no puede entrar al lugar nadie que no cumpla llevando un documento oficial, como es el carnet de citas (con una cita anotada para ese día y hora), el gafete de trabajador de la institución o el pase que lo acredita como familiar de un paciente hospitalizado.
Enrique Zepeda, vendedor de pan en una carreta ubicado por el acceso de la calle Guerrero, manifestó que al permanecer él por muchas horas en ese sitio, se ha dado cuenta que las personas batallan más ahora que antes, porque ahora hay menos libertad para entrar; sin embargo, también existe más orden, y es un punto positivo.
En cuanto al pequeño negocio del que obtiene los ingresos para sobrevivencia de su familia, dijo que las ventas no son muy altas actualmente, y dentro del plan que manejan los directivos del IMSS está moverlos a unos 50 metros del acceso a los derechohabientes y sus familiares, lo que les afectará al reducirles considerablemente sus ingresos, consideró.
Anteriormente había sólo tres vendedores en la banquea de la Guerrero, a un costado de los accesos, y ahora son siete, debido a que, al cambar la modalidad de seguridad, fueron sacados quienes vendían en las áreas comunes del interior del complejo hospitalario, y es por ello que el Ayuntamiento de Cajeme los regulará, comentó Édgar, vendedor de alimentos con varios años en ese lugar.
María Angélica, de Pueblo Yaqui, mencionó que las nuevas políticas dan mayor seguridad a quienes visitan familiares, pues hoy ya no se dan los casos de jóvenes con aspecto “cholo” que hacían escándalo y quitaban la tranquilidad de quienes que permanecían en la sala de espera de urgencias.
La señora Victoria, quien dijo tener un hijo hospitalizado en la Unidad Médica de Alata Especialidad (UMAE), hizo saber que ahora, con el mayor control acerca de quién entra o sale, tienen mayor confianza en que no vayan a pasar “cosas extrañas”, y después de varios días de acudir en los horarios de visita, no ha tenido problema alguno con el acceso.
LA INCÓGNITA
Margarita, quien vende comida en el sector, expresó el sentir de varios de sus clientes, que dicen no saber qué va a pasar cuando tengan que ser evacuados ambos hospitales ante una contingencia de gran magnitud.
Ello, puesto que el complejo hospitalario fue cercado con malla ciclónica desde antes que ingresara la seguridad de protección federal, ya que, aunque hoy es mayor el orden y el control, también se incrementa con ello el riesgo de una desgracia al no permitir la salida de personas de manera ágil, en caso de llegarse a registrar un incendio o un terremoto.