Gracias a la inteligencia artificial ya podemos explorar escenarios cada vez más inquietantes y uno de ellos es imaginar cómo lucirían distintas ciudades en un mundo postapocalíptico.
En esta ocasión, la mirada se posó sobre Ciudad Obregón, Sonora, mostrando un panorama desolador que mezcla destrucción, polvo y abandono.
UN CENTRO HISTÓRICO IRRECONOCIBLE
La primera representación generada por la IA muestra el corazón de Ciudad Obregón convertido en un escenario de devastación. Edificios semiderruidos, autos abandonados y calles cubiertas de polvo forman parte de una atmósfera que recuerda a escenas de películas sobre el fin del mundo.
La imagen, ubicada en pleno centro de la ciudad, proyecta un ambiente donde el caos ha tomado el lugar de la cotidianidad, dejando una huella que inquieta a cualquiera que la observe.


LA LAGUNA DEL NÁINARI EN UN PAISAJE APOCALÍPTICO
La IA no solo se limitó al centro, sino que también recreó cómo se vería la Laguna del Náinari bajo un escenario de desastre. El lugar, normalmente conocido por su vida natural y su tranquilidad, aparece cubierto por una densa bruma de polvo y rodeado de un entorno seco y sombrío, como si la vida hubiera desaparecido del lugar.
Este contraste entre el recuerdo de un sitio lleno de visitantes y la visión de un espacio desolado resulta uno de los puntos más impactantes de la serie.

UN RECORDATORIO INQUIETANTE
Estas representaciones no buscan mostrar el futuro real de Ciudad Obregón, sino generar conciencia e invitar a reflexionar sobre el cuidado de nuestro entorno y las ciudades que habitamos.
La combinación entre tecnología e imaginación nos entrega una visión alternativa de la urbe, una especie de espejo oscuro que nos hace valorar la vida cotidiana que muchas veces pasa desapercibida.
La IA logró plasmar un Ciudad Obregón apocalíptico en al menos dos escenarios icónicos: el centro histórico y la Laguna del Náinari.
Aunque ficticias, estas imágenes generan un impacto inmediato y nos llevan a cuestionar cómo nuestras acciones pueden influir en el futuro de nuestro entorno.