Ciudad Obregón

Así lucía la primera iglesia de Ciudad Obregón

Con el paso de los años, la construcción tomó la categoría de Catedral; fue demolida para dar paso al templo más emblemático del municipio de Cajeme

Así lucía la primera iglesia de Ciudad Obregón

Con el “Jesús en la boca”, como coloquialmente se dice al referirse a un ambiente de temor, se llevaron a cabo las primeras ceremonias religiosas en Ciudad Obregón.

Sergio Anaya relata, en su libro Retrospectiva de Cajeme, que el sacerdote Ignacio de la Torre oficiaba la misa en una vivienda ubicada en la calle Zacatecas, esto propiciado por el ambiente que se vivía en los años 20, en relación con la restricción que tenía la Iglesia Católica en México.

EN LA MIRA DEL GOBIERNO

En dicho periodo, la Iglesia Católica vivía una persecución por parte del Gobierno Federal basado en limitar el culto en la nación, algo que desató un enfrentamiento conocido como la Guerra Cristera, confrontación que se agudizó más en el centro y el sur del país.

En Sonora, y específicamente en Ciudad Obregón, el nivel de represalia no fue tan brutal, pero aun así la incertidumbre estaba presente entre quienes conformaban el clero y sus creyentes.

En la década de los 20, un templo rústico conformaba la primera iglesia de Ciudad Obregón, la cual estaba instalada a un costado de la calle Sonora, en donde se efectuaron las primeras misas, bajo el contexto de abolición que vivía la Iglesia Católica.

Al comulgar bajo la consigna del respeto y al hacer las paces el Gobierno y la Iglesia en 1929, se abre la ventana para edificar un inmueble vistoso para recibir a los creyentes y oficiar misa en Ciudad Obregón.

A principios de la década de los 30 se inicia con la construcción, una idea que impulsó el obispo Juan Navarrete, quien contó con el apoyo de mujeres religiosas entre las que se encontraban Eliza de Zaragoza, Marina de Araiza, entre otras damas, encaminadas en promover la fe.

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SURGE UN TEMPLO MAJESTUOSO

En 1940 finalizaron los trabajos que dieron paso a un inmueble digno para oficiar una ceremonia religiosa, labor que no fue fácil, pues las paredes se levantaron con el esfuerzo, altruismo y sentido de colaboración, lo que provocó que se reuniera el recurso que permitió pagar el salario de los albañiles encargados de la construcción; la obra estuvo a cargo del arquitecto Gustavo Aguilar y el ingeniero Eduardo Gaxiola.

Fue así como los católicos fincaron un sitio adecuado que provocó sentido de identidad, al tener un templo solemne que destacaba por sus altas torres que flanqueaban la edificación principal.

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DERRUMBAN VIEJA IGLESIA

Al crecer la demanda de la gente, el espacio quedó chico; es por ello que en 1978 se demolió la construcción, conservando únicamente una de sus torres, la cual se encuentra en la actualidad y vigila a la actual Catedral, ubicada en la calle 5 de febrero y Allende.

Tras derribar lo que fue el primer templo formal y que después tomó la categoría de Catedral en Ciudad Obregón se inició con la construcción del templo más significativo de Cajeme, el cual reúne un diseño arquitectónico moderno, basado en la corriente minimalista, en donde sobresale su vanguardista cubierta de acero en forma de prisma, estructura que sostiene una enorme cruz que se puede apreciar a varios kilómetros a la redonda.

CATEDRAL ABRE SUS PUERTAS

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De acuerdo con información proporcionada en las oficinas de Catedral, la edificación fue inaugurada el 14 de febrero de 1982, una fecha en la que se celebra el Día del Amor y la Amistad, algo que embona con el plan de promover la religión para crear lazos de empatía en la sociedad.

Con un aforo de más de mil 200 personas en su capilla principal, Catedral es considerada el templo más emblemático e importante de Ciudad Obregón.

Sus paredes han sido testigos de momentos de diversos matices, como el júbilo que desata el unirse en matrónimo una pareja de enamorados, darle la bienvenida al camino de Dios a un bebé al ser bautizado, brindar el último adiós a un ser querido que deja el espacio terrenal, entre otras ceremonias que se han llevada a cabo, como graduaciones escolares, lo que convierte a Catedral en un recinto que guarda un sinfín de experiencias tanto de satisfacción por haber concluido con éxito un determinado nivel escolar, como la ilusión de casarse o la tristeza que embarga un sepulcro.

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De esta manera, Catedral está marcada en generar la pausa en la religión católica, al regir y promover su desarrollo en el municipio, al ser un edificio que sobresale de las otras iglesias de Ciudad Obregón, por su fisonomía y hegemonía.