San Judas Tadeo: ¿Por qué millones de mexicanos confían en el santo de las causas imposibles?

En México, San Judas Tadeo, con túnica verde y medallón dorado, es símbolo de fe, esperanza y fortaleza para millones de creyentes

Por: Ofelia Fierros

Cada 28 de octubre, miles de fieles llenan las calles de México para agradecer a San Judas Tadeo, el apóstol que representa la esperanza en los momentos más difíciles. Su historia, envuelta en fe, devoción y misterio, explica por qué su figura sigue tan viva en el corazón del pueblo.

Entre todos los santos venerados en el catolicismo, pocos han alcanzado tanta devoción popular como San Judas Tadeo, conocido como el patrono de las causas difíciles o perdidas. En México, su imagen con túnica verde, medallón dorado y una llama sobre la cabeza se ha convertido en símbolo de fe, resistencia y esperanza para millones de personas.

Pero ¿cómo logró un apóstol casi anónimo en los Evangelios transformarse en uno de los santos más venerados del país? La respuesta combina historia, necesidad espiritual y un profundo sentido de identidad popular.

¿QUIÉN FUE REALMENTE SAN JUDAS TADEO?

San Judas Tadeo fue uno de los doce apóstoles de Jesús, aunque su presencia en los Evangelios es mínima. De hecho, solo se le atribuye una frase en el Evangelio de Juan (14:22), donde pregunta al Señor por qué se revelará solo a sus discípulos y no al mundo. A partir de ahí, su historia se diluye entre dudas, confusiones y escasos registros.

A lo largo de los siglos, algunos textos lo describen como primo de Jesús o hermano de Santiago el Menor, mientras que otros relatan que llevó el Evangelio a regiones lejanas como Siria, Mesopotamia y Persia, donde finalmente murió mártir, golpeado y decapitado por su fe.

Su vida terrenal puede parecer difusa, pero fue precisamente ese misterio lo que, siglos después, le daría una nueva fuerza espiritual.

EL ORIGEN DE SU FAMA COMO SANTO DE LAS CAUSAS IMPOSIBLES

La asociación de San Judas Tadeo con las causas perdidas tiene una curiosa raíz. Debido a la mala reputación del nombre "Judas", los creyentes evitaban pedirle intercesión por miedo a confundirlo con Judas Iscariote, el traidor.

Se cuenta que, por esta falta de atención, San Judas prometió ayudar con especial empeño a todo aquel que lo invocara en situaciones desesperadas. Así nació su fama de intercesor milagroso para quienes ya habían agotado todas las esperanzas.

UN SÍMBOLO DE ESPERANZA PARA LOS MARGINADOS

San Judas Tadeo se convirtió en un símbolo espiritual del pueblo olvidado: trabajadores, estudiantes, madres solteras, enfermos, migrantes y también jóvenes que buscan redención. Para muchos, representa la posibilidad de una segunda oportunidad cuando todo parece perdido.

Aunque su imagen ha sido adoptada por sectores vinculados a la delincuencia o al culto callejero, la realidad es que su devoción trasciende cualquier estigma. Entre la multitud de fieles que llegan cada 28 de octubre al Templo de San Hipólito, en la Ciudad de México, predominan personas humildes que buscan consuelo, no poder. Son los verdaderos rostros de las "causas imposibles" que el santo representa.

San Judas Tadeo no solo es el santo de las causas imposibles; es también el santo de los que luchan, de los que no se rinden y de los que buscan fe en medio del caos.

Su historia demuestra que incluso aquellos que parecen olvidados pueden convertirse en luz para millones. En cada vela encendida, en cada oración alzando su nombre, vive el mensaje más puro del cristianismo: la esperanza jamás se pierde.