¿El café en peligro? Sequías disparan los precios al nivel más alto desde 1997

Aunque las lluvias de octubre lograron una floración prometedora, persisten temores de que las flores no se conviertan en cerezas viables

Por: César Omar Leyva

La industria del café enfrenta un panorama preocupante debido a las severas sequías que afectan a los principales países productores, como Brasil y Vietnam. Estas condiciones extremas han elevado los precios del café arábica y robusta a niveles no vistos en décadas, impactando tanto a consumidores como a tostadores alrededor del mundo.

En Brasil, uno de los mayores productores de café, una sequía histórica ha causado daños significativos en los cultivos de arábica, la variedad premium utilizada en bebidas especiales.

Aunque las lluvias de octubre lograron una floración prometedora, persisten temores de que las flores no se conviertan en cerezas viables, reduciendo la cosecha de la próxima temporada.

Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las reservas de café brasileño podrían caer a solo 1.2 millones de sacos al cierre de la actual temporada en junio, lo que representa una disminución del 26 por ciento.

VIETNAM ENFRENTA DESAFÍOS

Vietnam, otro gran productor, también ha enfrentado desafíos. En octubre, la tormenta tropical Trami trajo lluvias torrenciales justo al inicio de la cosecha de robusta, variedad utilizada en bebidas instantáneas.

Esto ha generado incertidumbre sobre si el país alcanzará las cifras de producción previstas para la temporada 2024-2025.

El impacto de estas condiciones climáticas no solo afecta la producción, sino también el bolsillo de los consumidores. En Nueva York, los futuros del café arábica han registrado un aumento del 64 por ciento este año, alcanzando precios de hasta 3.93 dólares por libra.

Además, la escasez ha llevado a los productores y distribuidores a incrementar precios y recortar descuentos, lo que podría presionar aún más los presupuestos familiares. Con sequías, tormentas y una creciente demanda, el futuro del café parece incierto, subrayando la vulnerabilidad de los productos agrícolas ante el cambio climático.