Desde la parcela y los laboratorios, y en los hogares donde se consumen los alimentos, su tarea constituye un verdadero motor de cambio y desarrollo. Un impulso no siempre visible pero necesario para asegurar el logro de los objetivos de la agenda 2030.
Hay miles de historias de mujeres en diversas latitudes haciendo agricultura, generando conocimiento, realizando investigación y tomando decisiones para mantener la esperanza y la motivación que nos permita a todos, como sociedad, hacer frente a los retos del cambio climático y visualizar y construir un mejor futuro desde la agricultura y la ciencia. Esa es una historia que ocurre todos los días, entre productoras, asesoras técnicas, investigadoras, tomadoras de decisiones, gestoras sistémicas y todos los diversos roles que desempeñan las mujeres en el medio agrícola y el desarrollo rural.