Santoral de hoy 3 de junio: San Carlos Lwanga y compañeros mártires, patronos de las víctimas de tortura

Hoy, en iglesias de todo el mundo, se recuerda su legado como un testimonio vivo de pureza y valentía en defensa de su fe inquebrantable

Santoral de hoy 3 de junio: San Carlos Lwanga y compañeros mártires, patronos de las víctimas de tortura

Cada 3 de junio, el santoral de la Iglesia Católica conmemora a San Carlos Lwanga y sus 21 compañeros mártires, víctimas de una brutal persecución religiosa en el antiguo reino de Buganda, actual Uganda, entre los años 1885 y 1887.

Este grupo de jóvenes africanos fue asesinado por negarse a renunciar a su fe cristiana y a participar en prácticas inmorales impuestas por el rey Mwanga II.

Los mártires, la mayoría de ellos laicos y miembros de la corte real, pertenecían a la comunidad evangelizadora liderada por la Sociedad de los Misioneros de África, conocidos como los "Padres Blancos". Esta congregación religiosa había llegado a Uganda a fines del siglo XIX como parte de una misión apostólica establecida en Argelia en 1868 con el propósito de evangelizar el continente africano.

FE INQUEBRANTABLE EN MEDIO DE LA PERSECUCIÓN

El conflicto se intensificó bajo el reinado de Mwanga II, quien asumió el poder tras la muerte de su padre, el rey Mutesa I. Aunque inicialmente se mostró tolerante hacia la presencia cristiana, pronto desató una violenta represión al considerar a los conversos un obstáculo para su autoridad y sus intereses, incluyendo el tráfico de esclavos y la práctica de rituales sexuales abusivos.

Uno de los primeros mártires fue José Mukasa, mayordomo real y firme defensor de la fe, quien fue ejecutado en noviembre de 1885 por reprochar al rey el asesinato de misioneros anglicanos. Su muerte marcó el inicio de una ola de persecuciones que culminaría el 3 de junio de 1886 con la ejecución de doce jóvenes cristianos, quemados vivos en Namugongo. Otros diez serían posteriormente descuartizados por orden del rey.

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TESTIMONIO DE FE Y PUREZA

Carlos Lwanga, laico catequista y sucesor de Mukasa en la comunidad cristiana, se destacó por su liderazgo espiritual y su valentía al enfrentar las amenazas del monarca. Él y sus compañeros fueron conocidos como "los mártires de la pureza", por haberse negado a participar en los abusos sexuales promovidos por el rey.

"Un cristiano que entrega su vida por Dios no tiene miedo de morir", fueron las palabras atribuidas a José Mukasa, símbolo del valor de estos jóvenes mártires que, ante la posibilidad de salvar sus vidas renegando de su fe, optaron por mantenerse firmes.

RECONOCIMIENTO DE LA IGLESIA

Los mártires ugandeses fueron beatificados en 1920 por el Papa Benedicto XV y canonizados por el Papa San Pablo VI el 18 de octubre de 1964, durante el Concilio Vaticano II. Desde entonces, San Carlos Lwanga y sus compañeros son reconocidos como patronos de las víctimas de tortura y símbolos de resistencia espiritual ante la injusticia y la opresión.

PATRONO DE LAS VÍCTIMAS DE TORTURA

San Carlos Lwanga es reconocido como patrono de las víctimas de tortura y de los conversos al cristianismo, debido a que fue martirizado por su fe y por proteger a sus compañeros de los abusos del rey Mwanga.

El 3 de junio de 1886, Carlos Lwanga fue quemado vivo en Namugongo. Su valentía, entrega y fidelidad lo han convertido en un símbolo universal de resistencia ante la persecución religiosa y la tortura, motivo por el cual es venerado hoy como patrono de quienes sufren este tipo de violencia.

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