Santoral de hoy, 14 de agosto: San Maximiliano Kolbe, mártir que dio la vida a cambio de la de un prisionero

Fue un ferviente promotor de la devoción al Inmaculado Corazón de María, propagando su amor hacia la virgen

Santoral del 14 de agosto. Fotos: Facebook Templo San Maximiliano María Kolbe.
Santoral del 14 de agosto. Fotos: Facebook Templo San Maximiliano María Kolbe.

Cada 14 de agosto, el santoral de la Iglesia Católica celebra la vida y martirio de San Maximiliano Kolbe, sacerdote franciscano que, durante la Segunda Guerra Mundial, ofreció su vida en el campo de concentración de Auschwitz, como muestra del amor más grande: el sacrificio por los demás.

Nacido como Raimundo Kolbe el 8 de enero de 1894 en Zdunska Wola, Polonia, desde su infancia fue marcado por una profunda devoción a la Virgen María. En una visión que tuvo de niño, se le ofrecieron dos coronas: una blanca, que representaba la pureza, y una roja, que representaba el martirio. Con valentía, aceptó ambas coronas, lo que prefiguraba su destino como sacerdote y mártir.

EL CAMINO DEL "CABALLERO DE LA INMACULADA"

Maximiliano ingresó a la Orden de los Franciscanos Conventuales, tomando el nombre de Maximiliano María en honor al mártir san Maximiliano de Celeia. Fue un ferviente promotor de la devoción al Inmaculado Corazón de María, fundando la Milicia de la Inmaculada con el propósito de propagar el amor hacia la Virgen y convertir almas al cristianismo.

En 1929, fundó la Ciudad de la Inmaculada en Niepokalanów, cerca de Varsovia, un complejo que incluía un seminario, monasterio, editorial y una estación de radio. Su misión lo llevó también a Japón, donde fundó una nueva "Ciudad de la Inmaculada" y publicó la revista Caballero de la Inmaculada en japonés.

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Maximiliano Kolbe, promotor de la devoción al Inmaculado Corazón de María. Foto: ACIPRENSA.

LUCHA CONTRA EL NAZISMO Y LA PERSECUCIÓN

A su regreso a Polonia, Maximiliano notó que su revista Caballero de la Inmaculada había sido influenciada por ideas nazis. Corrigiendo la línea editorial, denunció abiertamente al partido nazi, lo que lo puso en la mira de las autoridades alemanas. En solidaridad con los judíos, se negó a ser clasificado como "alemán" para evitar persecuciones, lo que le costó el arresto y envío al campo de concentración de Auschwitz.

EL SACRIFICIO DE SAN MAXIMILIANO KOLBE

En Auschwitz, Maximiliano, a pesar de estar en uno de los lugares más oscuros del mundo, mantuvo su fe viva y alentó a sus compañeros prisioneros a rezar. Un día, un prisionero logró escapar, y como represalia, los nazis seleccionaron a 10 prisioneros para ser ejecutados por inanición en un calabozo. Cuando uno de los condenados, Franciszek Gajowniczek, clamó por su familia, Maximiliano se ofreció a morir en su lugar.

Tras varios días de sufrimiento sin comida ni agua, Maximiliano continuó orando y alentando a los demás prisioneros a permanecer fuertes en su fe. Finalmente, los soldados decidieron acabar con su vida mediante una inyección letal. San Maximiliano Kolbe murió el 14 de agosto de 1941, a la edad de 47 años, dando su vida por un hombre que, como él, buscaba sobrevivir a la barbarie de la guerra.

El Papa San Pablo VI declaró a Maximiliano Beato en 1971, y el Papa San Juan Pablo II, compatriota de Kolbe, lo canonizó en 1982.