Este pay es el invitado estrella de cualquier cena de Thanksgiving. Y lo mejor: esta versión es mucho más fácil de preparar de lo que imaginas, perfecta para quienes disfrutan cocinar y sorprender a su familia.
Con esta receta lograrás ese efecto "wow", ese que hace que todos pidan la receta y que el último pedazo desaparezca en segundos.
LO QUE NECESITAS PARA EL RELLENO:
- 2 tazas de puré de calabaza (puede ser de lata o hecho en casa)
- 1 taza de crema para batir o leche entera
- ¾ taza de azúcar morena
- 2 huevos
- 1 cucharadita de canela
- ½ cucharadita de jengibre en polvo
- Una pizca de clavo molido
- Una pizca de sal
PARA LA BASE:
- 1 base para pay (lista o casera, tú decides) para servir
- Crema batida con un toque de vainilla (o una bola de helado de vainilla si quieres hacerlo más indulgente)
- Precalienta el horno. Coloca la rejilla en la parte baja y pon una bandeja para hornear encima. Calienta a 200 °C (400 °F). Este truco asegura una base dorada y crujiente.
- Prepara la base. Extiende la masa sobre tu molde para pie (unos 22 cm). No necesitas prehornearla.
- Haz la magia del relleno. En un bowl grande, mezcla el puré de calabaza, crema, azúcar, huevos y especias. Bate lo suficiente para que quede suave, pero sin exagerar (demasiado aire = grietas).
- Arma y hornea. Vierte el relleno sobre la base y hornea 15 minutos a 200 °C. Luego baja la temperatura a 165 °C (325 °F) y deja 40 minutos más.
- Enfriar con paciencia. Saca del horno y deja enfriar por completo antes de cortar. (Si lo partes caliente, el relleno se desparrama).
BÁSICOS PARA TRIUNFAR:
En México, puedes usar calabaza de castilla o incluso calabaza moscada, que tiene textura cremosa y sabor dulce natural.
- Hazlo con tiempo: Este pie mejora al día siguiente. Prepáralo una noche antes, guárdalo en el refri y lúcelo al final de la cena.
- Presentación extra: Sirve cada rebanada con crema batida espolvoreada con canela o con un chorrito de miel de maple.
- Hack de cocina: este pumpkin pie se conserva perfecto hasta 4 días en el refri. También puedes congelarlo (envuelto papel aluminio) y descongelarlo la noche anterior a servir.




