Considerada una de las películas de terror más impactantes de todos los tiempos, El Exorcista no solo dejó huella por lo que mostró en pantalla, sino también por todo lo que ocurrió detrás de cámaras. Desde su estreno, la cinta dirigida por William Friedkin quedó envuelta en rumores, supersticiones y hechos trágicos que alimentaron la creencia de que su rodaje estuvo marcado por algo fuera de lo común.
Basada en la novela de William Peter Blatty, la película provocó una fuerte reacción del público por su representación explícita de la posesión demoníaca y el ritual del exorcismo aplicado a una niña. La polémica religiosa y el impacto cultural fueron inmediatos, consolidándola como un referente absoluto del cine de terror.
ACCIDENTES Y TRAGEDIAS DURANTE LA FILMACIÓN
Más allá de su contenido perturbador, la producción de El Exorcista estuvo rodeada de una serie de acontecimientos que inquietaron al elenco y al equipo técnico. Durante el rodaje y en los meses previos al estreno, varias personas vinculadas directa o indirectamente con la película fallecieron, lo que dio origen a la idea de que el proyecto estaba maldito.
Entre los casos más citados se encuentra el del actor Jack MacGowran, quien murió por complicaciones de una gripe poco después de terminar sus escenas. También falleció la actriz Vasiliki Maliaros antes de que la cinta llegara a los cines. A estos hechos se sumaron las muertes del abuelo de Linda Blair, del hermano de Max von Sydow, de un técnico de efectos especiales, un guardia de seguridad, un asistente de producción, un miembro del equipo de iluminación y un familiar cercano de otro integrante del reparto.
Aunque no todos los decesos ocurrieron en el set, la cercanía temporal con la producción reforzó la sensación de inquietud entre quienes trabajaban en la película.
EL INCENDIO QUE AVIVÓ EL MIEDO
Uno de los episodios más desconcertantes fue el incendio que destruyó gran parte del set que recreaba la casa de la familia MacNeil. El fuego se originó sin una causa clara y obligó a detener la filmación durante varias semanas. Curiosamente, la habitación donde se realizaban los rituales de exorcismo quedó prácticamente intacta, un detalle que alimentó aún más las supersticiones.
A esto se sumaron las lesiones sufridas por las actrices Ellen Burstyn y Linda Blair durante escenas físicamente exigentes, lo que aumentó la tensión y el temor dentro del equipo.
LA DECISIÓN DE BENDECIR EL SET
Ante el ambiente de miedo y las constantes desgracias, William Friedkin tomó una decisión poco común en una producción cinematográfica. Solicitó la intervención de un sacerdote católico real que ya colaboraba como asesor técnico en la película.
El religioso acudió al set y realizó una bendición formal, no como parte de la ficción, sino con el objetivo de tranquilizar al elenco y al equipo de trabajo, quienes se encontraban visiblemente afectados por los sucesos ocurridos durante el rodaje.
UNA LEYENDA QUE PERSISTE CON EL TIEMPO
Con los años, muchos de estos acontecimientos han sido explicados desde una perspectiva racional, atribuyéndolos a coincidencias o a los riesgos propios de una producción compleja. Sin embargo, para otros, la carga simbólica del tema y la cadena de tragedias resultan difíciles de ignorar.
La combinación de muertes, accidentes, incendios y la bendición del set terminó por consolidar la leyenda de El Exorcista como una de las producciones más inquietantes y comentadas en la historia del cine. Hoy, la película sigue generando conversación y puede verse en plataformas como HBO Max y Apple TV+, recordando por qué su historia, dentro y fuera de la pantalla, continúa causando escalofríos.




