A partir de enero de 2026, los refrescos y bebidas sin azúcar, incluyendo las versiones Light, Zero o Diet, serán más caros debido a la ampliación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que ahora también aplicará a productos con edulcorantes naturales o artificiales.
La medida forma parte del Paquete Económico 2026 propuesto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el cual establece que la cuota pasará de mil 6451 pesos a 3 mil 818 pesos por litro, es decir, un aumento del 87 por ciento, tanto para bebidas azucaradas como para las versiones sin azúcar.
¿APLICA TAMBIÉN A LAS VERSIONES LIGHT Y ZERO?
De acuerdo con la consultora PwC México, este cambio implica que productos como Coca-Cola Light, Coca-Cola Zero y otros refrescos "sin azúcar" también serán gravados, al considerarse líquidos saborizados con edulcorantes.
La Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb) advirtió que este ajuste podría representar un incremento en precios de hasta 15 por ciento y calificó la medida como "altamente regresiva", pues impactará principalmente a los consumidores de menores ingresos. "Se está creando un nuevo impuesto para las bebidas que contienen edulcorantes no calóricos, cuando antes no estaban gravadas", señaló el organismo.
UN IMPUESTO CON HISTORIA
México implementó por primera vez este impuesto en 2014, fijándolo en un peso por litro para bebidas con azúcares añadidos. Desde entonces, su objetivo ha sido reducir el consumo de productos que contribuyen al sobrepeso, la obesidad y la diabetes.
Ahora, el llamado "impuesto saludable", ya aprobado por las comisiones de la Cámara de Diputados, busca extender este enfoque a bebidas con edulcorantes, argumentando que también influyen en hábitos de consumo poco saludables.
Con la Ley de Ingresos de la Federación 2026, también se prevén ajustes en otros productos gravados con IEPS, como cigarros, apuestas, videojuegos violentos y sueros con aditivos distintos a los avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con esta nueva disposición, los mexicanos podrían comenzar el 2026 pagando más por sus bebidas favoritas, incluso aquellas que hasta ahora se consideraban "más saludables".