Feng Shui: los colores que no se recomiendan para recibir el Año Nuevo y su significado energético

La energía con la que se recibe el Año Nuevo puede influir en los meses siguientes, por lo que se recomienda evitar ciertas tonalidades

Feng Shui: los colores que no se recomiendan para recibir el Año Nuevo y su significado energético

El cierre del año no solo marca el fin de un ciclo en el calendario, también representa un momento simbólico de renovación personal y colectiva. Más allá de las celebraciones, rituales familiares y la lista de propósitos, distintas corrientes culturales sostienen que la forma en la que se recibe el Año Nuevo puede influir en la energía con la que se transitan los meses siguientes.

El Feng Shui, una antigua filosofía china centrada en el equilibrio energético, sugiere prestar especial atención a los colores que se usan al iniciar un nuevo ciclo. De acuerdo con esta disciplina, las tonalidades no solo cumplen una función estética, sino que emiten frecuencias que interactúan con el entorno y con el Chi, la energía vital que fluye en las personas y los espacios.

COLORES QUE SE RECOMIENDA EVITAR AL RECIBIR EL AÑO NUEVO

Uno de los tonos que suele encabezar la lista es el negro. Aunque socialmente se asocia con elegancia, sobriedad y formalidad, el Feng Shui lo vincula con el luto y los finales definitivos. Vestir de negro durante la transición de año puede simbolizar cierre y bloqueo energético, además de absorber la energía del entorno sin proyectarla hacia el exterior, lo que no favorece la apertura a nuevas oportunidades.

Otro color que genera reservas es el azul oscuro, especialmente en tonalidades como azul marino o azul noche. Según esta filosofía, este color podría propiciar sensaciones de aislamiento, introspección excesiva o distanciamiento emocional durante el año que comienza.

El café y otros tonos tierra también aparecen entre los colores menos recomendados para esta fecha. Aunque evocan estabilidad, realismo y conexión con lo material, en el contexto del Año Nuevo pueden simbolizar inmovilidad y dificultad para avanzar.

Finalmente, el gris suele interpretarse como el color de la indecisión y la neutralidad. Para el Feng Shui, utilizarlo en un momento de renovación puede reflejar falta de dirección y atraer una energía apagada, relacionada con estados de ánimo bajos, apatía o sensación de estancamiento emocional.

Especialistas en esta corriente recomiendan optar por colores que representen vitalidad, expansión y claridad, con el objetivo de recibir el Año Nuevo con una energía más dinámica y abierta al cambio.

Aunque no se trata de reglas estrictas, el Feng Shui invita a reflexionar sobre el simbolismo de los colores y su impacto emocional, recordando que la intención con la que se inicia el año puede ser tan importante como los propósitos que se formulan para los meses venideros.

Jhoanna Ontiveros Peraza
Jhoanna Ontiveros Peraza

Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la Universidad Vizcaya de las Américas. Redactora en el Diario del Yaqui, cubro las secciones de Nacional, Finanzas y Farándula.