Todos hemos visto en los libros de historia que durante el inicio de la Guerra de Independencia de México, Miguel Hidalgo y Costilla, conocido como el Padre de la Patria utilizó un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Este símbolo se convirtió en emblema del movimiento insurgente y fue tomado de la sacristía del Santuario de Atotonilco en Guanajuato para representar la fe e identidad del pueblo mexicano.
Más allá del valor religioso, el estandarte de la Virgen de Guadalupe usado el 16 de septiembre de 1810, tuvo un significado político y social al convertirse en símbolo de lucha, esperanza y resistencia en diferentes etapas de la historia de México, incluyendo la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera.
¿DÓNDE ESTÁ EL ESTANDARTE ORIGINAL DE LA VIRGEN DE GUADALUPE?
De acuerdo al portal DesdeLaFe.mx., el estandarte histórico de Miguel Hidalgo se encuentra en el Salón de Banderas del Museo Nacional de Historia, que forma parte del Castillo de Chapultepec en la Ciudad de México.
Esta sala alberga una de las colecciones más importantes de banderas, escudos y estandartes de México, desde la época prehispánica hasta la actualidad.
Dentro de esta colección destacan dos piezas relacionadas directamente con el movimiento insurgente:
- Óleo sobre lino (atribuido a Andrés López, 1805): De acuerdo con la tradición, este estandarte fue el que Miguel Hidalgo enarboló el 16 de septiembre de 1810. Fue capturado por las tropas realistas en San Jerónimo Aculco el 7 de noviembre de ese mismo año. Este estandarte forma parte del Catálogo de la Colección de Banderas publicado por la Secretaría de Gobernación.
- Blasón de Hidalgo: Estandarte de algodón blanco pintado a la acuarela. En ambos lados se observan dos escudos: el de la Provincia Franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán y el de la Casa de Borbón. En la parte inferior del estandarte se leen las abreviaturas de "Viva María Santísima de Guadalupe", acompañado de decoraciones florales.

UN SÍMBOLO VIGENTE DE LA HISTORIA DE MÉXICO
La Virgen de Guadalupe ha sido representada junto al Padre de la Patria en múltiples expresiones artísticas y sigue siendo vista como Reina y Patrona de México. Su estandarte no solo marcó el inicio de la lucha por la independencia, sino que se ha mantenido como un símbolo de identidad nacional a lo largo del tiempo.
Además, en contraste con el Ejército Insurgente, los realistas declararon a la Virgen de los Remedios como su generala, reforzando el arraigo religioso entre los peninsulares durante el conflicto.