Las posadas laborales suelen ser el momento más esperado de diciembre, ya que combinan comida, música, ambiente más relajado y la idea de "convivir sin la rigidez de la oficina". Sin embargo, esa misma confianza provoca que muchas personas crucen líneas que después pasan factura.
No siempre son errores obvios, y algunos se cometen sin mala intención, pero eso no evita que puedan afectar la imagen profesional, la convivencia del equipo o, en casos extremos, derivar en sanciones internas.
5 ACCIONES QUE PODRÍAN SER UN ERROR EN LA POSADA LABORAL
Estos son cinco de los fallos más frecuentes según especialistas en capital humano y tendencias observadas en redes sociales, especialmente en TikTok, donde abundan testimonios de reclutadores y expertos en Recursos Humanos.
1. BEBER DE MÁS CREYENDO QUE "ES PARTE DE LA FIESTA"
Muchas personas normalizan el exceso de alcohol porque ven a colegas relajados, pero la fiesta sigue siendo un evento corporativo.
Perder el control, hablar de más o comportarse de forma impulsiva puede generar conflictos, incomodidad entre compañeros y hasta afectar tu reputación profesional. Un solo desliz basta para que la percepción sobre ti cambie en la oficina.
2. CONTAR CHISMES O QUEJAS DEL TRABAJO APROVECHANDO EL AMBIENTE "INFORMAL"
Otro error común es aprovechar la confianza del ambiente para criticar jefes, quejarse del salario, ventilar problemas internos o hablar mal de compañeros.
Aunque parezca inocente, este tipo de comentarios puede llegar a oídos equivocados o volverse tema de conversación al día siguiente. Lo que se dice en la posada rara vez se queda ahí.
3. INTENTAR LIGAR CON COMPAÑEROS O SUPERIORES
Muchos expertos coinciden en que este es uno de los comportamientos más incómodos y delicados.
Coquetear en un contexto laboral-social puede malinterpretarse, crear tensiones futuras o incluso desencadenar situaciones que Recursos Humanos debe atender formalmente. Lo que para alguien es un "juego" para otro puede sentirse como algo inapropiado.
4. CONFUNDIR CERCANÍA CON FALTA DE LÍMITES
El ambiente festivo hace que algunos olviden que siguen en un evento institucional. Abrazos demasiado efusivos, bromas pesadas, tomar fotos sin permiso, invadir espacios personales o tratar a los jefes como si fueran amigos íntimos pueden pasar inadvertidos en el momento, pero suelen dejar una impresión negativa. La confianza no sustituye el respeto profesional.
5. NO RESPETAR LA DINÁMICA DEL EVENTO O DESLUCIR EL ESFUERZO DE RECURSOS HUMANOS
También es un error común minimizar la organización de la posada, quejarse del menú, criticar el lugar, no participar en las actividades o incluso faltar sin aviso.
Recursos Humanos prepara estos eventos para reforzar la convivencia y cerrar ciclos; ignorar esa intención o actuar con desdén afecta el ambiente y envía el mensaje de que no te interesa la cultura de la empresa. No es una obligación divertirse, pero sí mostrar cortesía.




