Mantener unas pestañas perfectamente rizadas durante todo el día puede parecer complicado, pero con algunos ajustes en tu rutina, es posible lograrlo sin esfuerzo.
Expertos del maquillaje han compartido algunos de sus mejores secretos para evitar que las pestañas se caigan o pierdan forma después de enchinarlas. Aquí te contamos cómo hacerlo paso a paso.
3 TRUCOS SENCILLOS PARA EVITAR QUE TUS PESTAÑAS SE BAJEN

Limpia tus pestañas antes de empezar
Un error común es aplicar rímel sobre pestañas que no están completamente limpias. Los residuos de maquillaje, polvo o grasa natural pueden aumentar el peso de las pestañas y provocar que pierdan el rizo rápidamente. Además, esta acumulación puede obstruir los folículos, impidiendo que crezcan fuertes y saludables.
Antes de maquillarte, asegúrate de hacer una limpieza ligera usando agua micelar y unas gotas de aceite de oliva. Este hábito también debe incluirse en tu rutina nocturna. Una buena limpieza no solo aligera las pestañas, sino que también mejora su salud general.
Usa calor a tu favor: enchinador o cuchara
El uso de calor puede marcar una gran diferencia en la duración del rizo. Tienes dos opciones: puedes calentar ligeramente tu enchinador con una secadora antes de usarlo, o bien, recurrir al truco de la cuchara caliente, una técnica más artesanal pero efectiva. Ambas funcionan porque el calor actúa como una tenaza que fija el rizo por más tiempo.
Para quienes prefieren opciones más modernas, los enchinadores térmicos son una excelente alternativa. Algunos modelos recomendados son el ´Mini Heated Lash Curler´ de Conair, el ´Rizador de Pestañas Térmico´ de Ardell o el ´Reveal Lash & Brow Kit´ de Remington. Estos dispositivos aplican calor de forma segura y uniforme para un rizado duradero.
Aplica un primer antes del rímel
Si tus pestañas son finas y tienden a vencerse con facilidad, un primer puede ser tu mejor aliado. Este producto, que se aplica antes del rímel, ayuda a engrosar y fortalecer cada pelo, dándoles más soporte para mantener el rizo durante horas.
Además de mejorar la resistencia de las pestañas, el primer también intensifica el color de la máscara que apliques después, lo que se traduce en una mirada más definida y profunda. Con el uso constante, también puede ayudar a proteger las pestañas del daño causado por el maquillaje diario.