Más de 15 mil trabajadores agrícolas del sur de Sonora temen agravar su situación ante la reducción en la superficie de siembra en el ciclo 2019-2020, debido al bajo almacenamiento de la Presa Adolfo Ruiz Cortines, por lo que urgen más programas emergentes de empleo temporal.
Norberto Valenzuela Torres, delegado regional del Sindicato "Salvador Alvarado" de la CNC, señaló que de mayo a septiembre prevaleció la falta de trabajo en la región del Mayo, donde solo hubo oportunidad para pocos jornaleros de emplearse unos dos o tres días a la semana.
"Y ahora que está por iniciar el ciclo otoño-invierno, el panorama es triste, desalentador, lleno de incertidumbre debido a la disminución en el área de cultivos, lo que aumentará la desesperación entre muchísimas familias que viven del campo", señaló.
"En estos momentos muchos jornaleros indígenas están batallando para subsistir y la cosa se complicó más, porque por las lluvias que hubo en las últimas semanas no pudieron salir a trabajar ni al campo ni a la ciudad", agregó.
Valenzuela Torres lamentó también que ante esa crítica situación, los gobiernos Federal y Estatal permanezcan indiferentes "y ni siquiera les lleven despensas, ya no digamos programas de empleo temporal".
"Es ahora cuando el Gobierno debe acercarse a los jornaleros, a la gente del campo, y no solamente en épocas electorales cuando los utilizan para obtener votos", añadió.
Cabe mencionar que la Presa Adolfo Ruiz Cortines registra actualmente unos 400 millones de metros cúbicos, equivalentes a alrededor del 40 por ciento de su capacidad total de almacenamiento, cuando el año pasado, en estas fechas, tenía 710 millones.
Todavía no se determina oficialmente la superficie de cultivos que se establecerá este ciclo agrícola, pero será considerablemente menor a los anteriores y, de hecho, va a ser uno de los años más críticos de todos.
"Es muy preocupante el bajo nivel de la presa, también por el hecho de que, al haber menos trabajo, muchos jornaleros de Navojoa, Etchojoa, Huatabampo y otros lugares del sur de Sonora, se verán obligados a salir a los valles de Chihuahua, la Costa de Hermosillo, Caborca, dejando a sus familias y muchos ya no regresan", dijo.
"En el Bajo Río Mayo, en estos momentos, hay hambre; muchas familias no tienen ni para desayunar, comer o cenar, y mientras tanto, los programas de empleo temporal no llegan", reiteró Valenzuela Torres.