Quieren que Samuel no pierda clases

Por: Eduardo Sánchez

"Estamos acudiendo a la más noble intención de la gente, pues lo que le sucedió a mi hijo tiene que ver más con la educación", dijo ayer Adolfo Espinoza Zayas, quien puso a disposición su número telefónico 64-42-49-91-28 para recibir ayuda para el juicio, en el que ya se han celebrado tres audiencias y el 25 de octubre se celebrará la cuarta.

Reveló que este caso los tiene muy afligidos, pero confió en que el "Creador de todas las cosas tomará el control de la situación" y resolverá el problema.

Externó que, así como todos los padres quieren que sus hijos estudien, "yo también quiero que el mío continúe sus estudios y termine su educación profesional".

Sostuvo que Samuel, quien fue expulsado del plantel en mayo por mostrar conducta inapropiada en contra de una alumna, enfrenta un "injusto" proceso judicial, como parte de un problema que, consideró, se pudo haber arreglado desde un principio.

"Las partes involucradas eran amigos, compañeros de clases, del comité escolar; aparte, su círculo de amistades era el mismo. Pocos saben que ambos se desearon parabienes y buenos deseos; nunca se desearon que les vaya mal", reveló.

"Estoy seguro que, si no existieran las injustas medidas de protección impuestas por el Ministerio Público, la buena voluntad de ambas partes hubiera triunfado", agregó.

Dijo que, mientras tanto, el más afectado es su hijo, "un joven que toda la Escuela Normal de El Quinto conoce como un alumno que participaba en bailes o danzas folclóricas; que le gustaba cantar y participar en competencias; un joven comprometido con la naturaleza y cuyo comportamiento es y ha sido siempre de respeto a quienes lo rodean".

Cabe mencionar que los padres de la alumna han reiterado su postura de continuar el juicio y que se aplique la ley y la justicia, en este caso, que provocó una huelga de hambre y otras manifestaciones de protesta de Samuel y su familia.