Por: Eduardo Sánchez
Un grupo de vendedores de globos, arreglos y flores se inconformaron con la actitud de la directora de Educación y Cultura del Ayuntamiento, Margarita Chávez Haro, quien los mandó retirar de la explanada del Teatro Municipal Romeo Gómez Aguilar.A pesar que contaban con la anuencia y el permiso de Sindicatura Municipal, la funcionaria prohibió la venta de estos productos a los pequeños comerciantes que un día atrás se habían reunido con ella para llegar a un acuerdo.
Socorro López Sandoval lamentó este tipo de actitudes por parte de las autoridades municipales, pues lo único que buscan como comerciantes es ganarse el pan con trabajo digno y de manera legal.
“No entiendo este tipo de actitudes que asume la autoridad, en la que nos argumentan que no podemos vender globos y flores en la explanada del teatro porque se reduce el espacio, pero por otro lado, ellos están vendiendo lo mismo, disque para beneficio de un campamento de niños”, aseguró.
Dijo que la encargada de la Biblioteca del Auditorio llegó a notificarles que por instrucciones de la directora de Educación y Cultura nadie podía vender productos en la explanada del teatro.
“Sindicatura nos apoyó y nos dijo que nos pusiéramos a vender nuestros productos sin ningún problema, pero que también tomáramos en cuenta a la maestra, pero lamentablemente no nos quiso dar el permiso”, explicó.
Comentó que tiene 12 años vendiendo globos y flores en la explanada del teatro durante las graduaciones y la autoridad municipal tiene 5 años.
“Nosotros simplemente estamos pidiendo que nos apoyen para estar en un lugar donde haya sombra, para no estar en el sol, en ningún momento obstruimos el paso o dejamos sucio el lugar”, manifestó.
La directora de Educación y Cultura, Margarita Chávez Haro, expuso que en ningún momento se les negó el permiso para vender.
“A la dirección de Educación y Cultura le corresponde prestar el servicio con todo el cuidado y atención que implica a los usuarios”, dijo.
Sostuvo que a los vendedores ambulantes se les comentó que el auditorio había sido rentado y por respeto a los usuarios, se tenía que dejar libre el acceso.