Marchan por sus derechos y por las que no tienen voz
Con más de mil 500 participantes, en Hermosillo se llevó a cabo la manifestación pacífica del 8M para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
Y en este 2021, por primera vez salió a marcar Elizabeth Ramírez Jiménez, una madre que hace siete años perdió a su hija Veranea a manos de su tío, quien la violó y acabó con sus sueños, con su vida, pero por ella y por todas las mujeres asesinadas es que marchó y dio su solidaridad a las mujeres que buscan sus derechos, que buscan igualdad, que buscan sentirse y estar seguras en todo momento.
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“Yo quiero que le den cadena perpetua, que no salga el violador de mi hija, tenía siete años mi niña, pido justicia y pido todo el peso de la Ley a ese hombre. Acompaño mucho a las madres que pasan lo mismo que yo, es mucho dolor para una madre, a nadie se lo deseo, porque es un dolor muy grande, muy profundo, yo voy a seguir marchando por mi hija porque no quiero que esto le pase a ninguna más”, manifestó Elizabeth Ramírez con lágrimas en sus ojos recordando a su pequeña.
Con varias consignas, los siete colectivos de feministas y mujeres se dieron cita en el bulevar Kino de la capital sonorense, para posteriormente dirigirse a las escalinatas de la Universidad de Sonora, en donde alzaron la voz y pidieron un Sonora más seguro, un Sonora que las respalde y las proteja.
Una integrante del colectivo Marea Verde manifestó el repudio hacia los agresores sexuales que quieren aspirar a candidaturas, así como el repudio de cada uno de los violadores que ha dejado marcada a su víctima de por vida.
“Estamos con las miles de mujeres mexicanas que hoy salieron a marchas, también con las miles más que se manifiestan desde casa, hoy en medio de esta pandemia tomamos las calles, porque la exigencia a nuestros derechos es asunto urgente, y así lo seguiremos haciendo hasta que se escuche en todos lados, seguimos aquí”, recalcó.
Esta marcha se tornó pacífica, aunque hubo pintas en varias partes de la ciudad, desde el Centro de Hermosillo, hasta en las escalinatas de la Unison, reclamaron justicia, respeto a sus derechos y que las autoridades hagan su parte para evitar más feminicidios.
Esta voz la alzaron cientos de mujeres, quienes estuvieron acompañadas de sus hijas e hijos, de sus mascotas, de sus madres y abuelas, quienes también se solidarizaron con la causa y con el 8M, exigiendo justicia y respeto a sus derechos.