Familia originaria de Álamos denuncia extorsión

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Por: Fabián Pérez

Y es que, en ese lugar, un agente fiscal los amenazó con quitarles el vehículo en el que viajaba su esposa, una de sus hijas y sus dos nietos, si no pagaban una multa de 14 mil pesos, 12 mil 500 por utilizar un celular en la garita y 1 mil 500 pesos por no parar la marcha de la camioneta, a pesar que les tocó el semáforo verde, el cual indica pase libre.

El hombre relató que, en la revisión fiscal, un oficial de la garita golpeó la camioneta en dos ocasiones, una en la parte del conductor y la otra en la parte trasera con su puño, para que se detuviera a la revisión.

Contó que, al momento de pasar unos metros de la garita, el agente se molestó porque su hija lo estaba grabando con el celular y eso era motivo de una multa de 12 mil 500 pesos.

Al final, la unidad tuvo que ser internada para su revisión, la cual duró más de dos horas y en la cual no se encontró nada ilegal, pero el agente de la aduana se ensanchó en cobrarles los 14 mil pesos de multa para que pudieran proseguir con su marcha.

Durante más de 4 horas permanecieron en el lugar buscando apoyo por parte de la Policía Municipal y de la Policía Federal, pero nadie lo pudo hacer, ni siquiera Derechos Humanos que no estaba ni presente en el lugar.

“Al pasar la garita en mi camioneta nos tocó el semáforo verde, continúo con la marcha, pero el oficial me golpea la unidad con su puño y nos informa que debemos entrar a revisión. Le digo que es libre y continúo con la marcha, pero él insiste y nos vuelve a detener,” expresó.

Señaló que, al ser el vehículo de su propiedad, su hija tenía derecho a grabar con su teléfono celular.

“Se me hace una burla y un vil robo lo que pretenden hacer con nosotros, donde están las autoridades que nos protegen, ahorita sí que no entiendo cómo nos alaban a los paisanos y cuando cruzamos México en lugar de recibirnos con los brazos abiertos, nos pretenden robar,” lamentó.

Arnoldo Torres aseguró que hizo algunas llamadas al programa Bienvenido Paisano, pero nunca le contestaron en la línea, por lo que se desesperó y tuvo que buscar el apoyo de las mismas personas que pasaban por el lugar, ya que la autoridad en la garita tampoco le permitían hacer uso de sus teléfonos celulares.

“Nos dijeron que estaba prohibido hacer una llamada, por lo tanto, optamos por pedir ayuda a la gente que pasaba por el lugar,” indicó.

El oriundo del municipio de Álamos hizo un llamado al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador para que ponga mayor atención en las garitas, donde en estas épocas aumentan las denuncias por extorsión y abuso de autoridad.