El acceso a El Pinacate considerado como patrimonio de la humanidad, tiene tres meses cerrado debido al descontento de los ejidos que conforman dicha reserva protegida, se asegura en una publicación de Puerto Peñasco.

Según la nota periodística, los integrantes de alrededor de 29 núcleos ejidales que conforman la Reserva de la Biósfera El Pinacate y el Gran Desierto de Altar han demostrado su inconformidad debido a que pese a ser los dueños de esas tierras no pueden aprovecharlo para su beneficio personal o de grupo.
Según la versión de uno de los ejidatarios de nombre Tomás Espinoza Sesma perteneciente al Ejido Peñasco, la manifestación pacífica que se realiza es para presionar a las autoridades correspondientes para que brinden alternativas a sus legítimas pretensiones.
De hecho, agrega en la entrevista concedida, son al menos 22 ejidos de los 29 vinculados a dicha problemática que se encuentran ubicados entre SLRC, Sonoyta y Puerto Peñasco, los que han solicitado la intervención de sus respectivos alcaldes para que los representen ante las autoridades federales en la búsqueda de soluciones.
De los 29 ejidos, 17 están en San Luis Río Colorado, 5 en Sonoyta y 6 en Puerto Peñasco, en un territorio de aproximadamente 700 mil hectáreas. En 1993, el Gobierno del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, firmó el Acuerdo del Tratado del Libre Comercio (TLC), cuyo principal requisito era nombrar como Reserva El Pinacate, y en vez de mejorar las condiciones para esos ejidos se les retiraron todos los apoyos con los que entonces contaban.
Y mientras que los encargados de la Reserva cobran por persona 30 pesos y hay compañías de viajes que cobran mil pesos por persona para llevarlos al lugar, ellos como propietarios legales no han podido sacarle ningún provecho.